Según afirma el campesino Manuel Pérez Arzuaga, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios Alipio Carrillo, de este municipio de Amancio, esta calabaza, cosechada en su finca, pesa, nada menos que, ¡¡¡¡52...LIBRAS !!! ...saque usted sus propias conlusiones...
No todas las torceduras de la Madre Natura conducen al desaliento y a las imperfeciones. Muchas,como el parto de esta mata de plátanos, llaman la atención y se convierten en foco de atención de curiosos e incrédulos.
Resulta que el singular racimo que crece en el patio de la vivienda de Pedro Luís Naranjo Marrero, vecino de avenida de Los Mártires, en el amanciero reparto de Las Estancias, muestra huellas evidentes de leyenda.
Amén de nacer a mitad de la cepa, el racimo de marras tiene dos generaciones de plátanos en diferentes etapas de crecimiento...diga si no es como para alarmarse !!!!
Ante el inusual capricho de la madre natura, el amanciero Faustino Reyes Peláez, vecino de calle 6 # 5 en el reparto Jardín 2, arrancó una mazorca de maíz múltiple. Cuenta Faustino que el singular ejemplar fue encontrado en sembradíos utilizados como autoconsumo…en hora buena la aparición y que se multiplique para aumentar las opciones alimentarias…
Magalis Zamora Gascón, una amanciera residente en el urbano reparto Alipio Carrillo, no se explica todavía las magnitudes que alcanzan las calabazas cosechadas, junto a naranjas, fruta bombas, boniatos y otras plantas alimenticias y ornamentales, en el traspatio de su vivienda.
Cuenta Magalis, que este ejemplar, con peso de 28 libras, no es el único. Por toda la estancia se esparcen otros de similares proporciones que se desarrollan en su ambiente natural, sin recibir tratamientos especializados.
Ante las dimensiones y el peso de esta hortaliza, Magalis decide donarla a la vecina Casa de los Abuelos, con el objetivo de que sea aprovechada en la alimentación de los ancianos allí atendidos.
La calabaza pertenece a la familia de las Cucurbitáceas, que agrupa a unas 850 especies de plantas, en su mayoría son herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y protegidos por una corteza firme.
El componente principal de la calabaza es el agua, es buena fuente de fibra que ofrece valor de saciedad y mejora el tránsito intestinal. Presenta cantidades apreciables de vitamina E, folatos y otras vitaminas del grupo B tales como la B1, B2, B3 y B6.
Como premiado por alguna divinidad, llegó presuroso a los estudios de Radio Maboas. En sus manos un trofeo, fruto de sus sacrificios y desvelos para contribuir a la alimentación familiar y aliviar el fardo que representan el ocio y el tedio.
Jacinto Manuel Remón Alarcón, desde hace 20 años que se desempeña como locutor en “La Novia Sonora del Guacanayabo”. Conoce de las perentorias necesidades de incrementar las ofertas agroalimentarias, de ahí, que como tradición familiar, se entregue en momentos de descanso a sembrar y recoger cosechas abonadas con su propio sudor.
Me cuenta, con particular entusiasmo, que “en un pedacito de tierra frente a la casa cultiva frijoles, cebollinos, ajos, tomates y algunas viandas temporeras: Para demostrarlo extrae de una bolsa, el boniato que ilustra este trabajo, y que según me dice pesa 7 libras y media.
Jacinto Manuel, no es de esas personas que se acomoda a divulgar o en su defecto criticar, resultados o deficiencias de la producción de alimentos. Siempre encuentra un “tiempecito” para, entre acciones de superación profesional y los mimos que requiere y exige la pequeña Leidys Diana, acariciar la tierra y recibir los amorosos regalos que ella le retribuye.
En este convulso mundo donde el hombre irrespeta a la naturaleza y ella hace prevalecer sus designios, cada día aparecen caprichos genéticos, que inducidos por malformaciones u otras aberraciones biológicas, se muestran cual obra genuina de la beligerancia entre los seres humanos y el medio ambiente.
Un sencillo amanciero se acercó a esta redacción para compartir con muchos esta curiosidad, venida de la cámara fotográfica del colega Guillermo Rodríguez, además de evidenciar con las imperfecciones de la pequeña avecilla, cuanto de respeto y cuidado merece la naturaleza como fuente de la vida permanente.
En este caso, uno entre miles, no podemos asegurar científicamente que su génesis esté en el abuso cotidiano hacia la Madre Natura. Sirva el ejemplar para cultivar una cultura de comunión entre seres humanos y su hábitat, además de implementar las acciones que nos conduzcan a preservar la vida en el Planeta Tierra.
Desterremos de las gulas financieras las apetencias por los biocumbustibles como hacedores de Don Dinero; echemos a un lado el desmedido afán de lucro material, la insaciable explotación de los hidrocarburos y los desmanes de la carrera armamentista; instrumentemos nuevas y posibles vías para enriquecer la biodiversidad y alarguemos nuestra propia existencia en la Tierra.
Al filo de las once y quince minutos de la mañana del sábado 7 de abril, la vivienda de Alicia Jean Martínez, marcada con el número cincuenta de la calle Patricio Lumumba, en el reparto La Esperanza del tunero municipio de Amancio, se convirtió en un hervidero.
Resulta que una gallina temeraria jugueteó cerca de un pozo y en un descuido el ave fue a parar al fondo del mismo.
Sin pensarlo dos veces, el joven Juan Carlos Conesa descendió la distancia entre el brocal y el fondo de la fuente de agua, estimado por los vecinos en unos treinta y cinco metros, para ofrecer ayuda al desdichado animal.
Tras fracasar intentos para regresar a la superficie, Juan Carlos tuvo que ser auxiliado por combatientes del Comando Sur de los Bomberos en Amancio, quienes se personaron en el lugar tras la llamada del vecindario.
Reconocible resulta el desempeño de un joven bombero, el subteniente Olay Pérez Hernández, quien desafió el peligro y puso a salvo a quien pretendió ser el salvador de una asustada gallina.
Tico, una gallina criolla que está a punto de convertirse en madre, constituye la admiración de los residentes en la calle Patricio Lumumba, en el reparto La Carretera, en este municipoio de Amancio.
Resulta que el ave de marras tiene costumbres que la acercan mucho a las preferencias humanas, por eso es dada a degustar sorbos del aromático café, toma leche y busca el calor de su dueña Aleida Meninilla en la cama.
LOC: Nada que Tico, con su plumaje pulcro y su andar campechano, desanda el barrio despertando la curiosidad del vecindario que incredulo admira a este ejemplar del reino animal por sus gustos y apetencias.