SE PUEDE ESCRIBIR PARA EL PUEBLO Y GOBERNAR POR ÉL
Texto y fotos Pastor Batista Valdés
No transcurre un mes —y a veces ni siquiera una semana— sin que algún acontecimiento confirme la presencia social de periodistas y demás trabajadores de la prensa, más allá de la actividad específica de nuestro oficio.
Sin querer hacer "historia", acude a mi mente la imagen de Ulises Espinosa (meses atrás) hablando en nombre de todos los donantes voluntarios de sangre en el país; la silueta de Roberto Doval recibiendo la Medalla conmemorativa por el 50 aniversario de las FAR, la de muchísimos colegas que alternan el periodismo con funciones docentes...
Este sábado 2 de febrero, Rafael Aparicio Coello (periodista de Radio Maboas, en el sureño municipio tunero de Amancio Rodríguez) nos ha hecho sentir, una vez más, el sano orgullo de pertenecer a este gremio.
Sin otra aspiración que la de continuar todavía más cerca de la población, Aparicio acaba de integrar oficialmente la Asamblea Provincial del Gobierno en esta oriental provincia de Las Tunas.
"Desde hace más de una década —explica— soy delegado de base en mi circunscripción: la número 9 de El Batey, donde fui ratificado otra vez por los vecinos durante este proceso eleccionario."
- ¿Significa eso que dejarás de ejercer el periodismo?
"De ninguna manera; el reto está en continuar llevando a la par ambas responsabilidades. No puedo negar que el trabajo del Poder Popular en la base ocupa bastante tiempo, pero también encuentro el necesario para la radio.
"Yo te diría, incluso, que una y otra responsabilidad se complementan, porque en la práctica me permiten mantener un doble y permanente vínculo con la población, con lo que acontece, late y preocupa a ras de comunidad."
- ¿Y no corres el riesgo de parcializarte un poco como periodista en cierto momento, situación o coyuntura?
"Todo lo contrario: cuando se ejerce bien la profesión, cuando se actúa con la ética de nuestro periodismo y cuando se es objetivo, no hay parcialidad posible, ni riesgos similares que pongan el peligro las tareas de la prensa ni la misión de representar al gobierno del pueblo en la base."
Aparicio, desde luego, no es el único periodista cubano que vive esa experiencia. Como Tubal Páez Hernández (presidente nacional de la Unión de Periodistas de Cuba), Lázaro Barredo Medina (director del diario Granma) o Míldred Legrá Colón (periodista holguinera), decenas de colegas han integrado el parlamento cubano en calidad de diputados, o las asambleas provinciales, como delegados.
Profesionales como Robiel Proenza, de Tunas Visión; Oscar Herrera y Ulises Espinosa(Radio Victoria) o Gerardo González (periódico 26) hicieron durante mandatos y períodos anteriores lo mismo que hoy se proponen seguir haciendo Aparicio en el sureño Amancio, Dalgis Román Aguilera en la central ciudad de Las Tunas o Maricela Hernández Jiménez en la norteña Villa Azul de Puerto Padre: y es sencillamente cumplir con su pueblo desde las vertientes que manan por las arterias del periodismo y del Gobierno a sus diferentes instancias.
Tomado de www.ecotunero.cu
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