Raúl Castro destaca "trascendencia histórica" de nueva organización regional
El presidente cubano, Raúl Castro, destacó la "trascendencia histórica" que supone la creación de una comunidad de estados latinoamericanos y caribeños y consideró que, tras los trabajos preparatorios, la cumbre de Caracas de 2011 será el "momento idóneo" para ponerla en marcha.
"No tendría sentido dilatar ese proceso", aseguró el dignatario cubano durante su intervención en la segunda y última jornada de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, en Playa del Carmen (Caribe mexicano), que acordó la constitución de esa alianza. Destacó que se están dando las condiciones para avanzar "con rapidez" hacia una organización "puramente latinoamericana y caribeña" que represente a los 33 estados de la región y excluya a Estados Unidos y Canadá.
Recordó que la mayoría de países pertenecen a organizaciones internacionales que las agrupan, con independencia de que estén en otros entes subregionales, "por lo que no hay razón para que América Latina y el Caribe no cuenten con su propia entidad de concertación política, coordinación económica y de cooperación e integración".
Con respecto a los plazos para poner en marcha la nueva organización regional, defendió que el "momento propicio" para concluir los trabajos preparatorios y que empiece a funcionar sería la cumbre de Caracas de 2011. En ese sentido, pidió un esfuerzo a todos los países "para definir pronto los estatutos y su forma de operación" con el fin de recoger los intereses colectivos que ayuden a una mayor integración y unidad de Latinoamérica y el Caribe.
"Cuba ve que la declaración que se propone es positiva y contiene los elementos necesarios para abrir un periodo de trabajo y preparación. Aspiramos a que el documento constitutivo se elabore con eficiencia para poder aprobarlo en la próxima cumbre". "Cuba trabajará con dedicación en ese empeño", prometió el presidente cubano, para quien la nueva entidad deberá "tener respeto por el sistema político de cada país", así como por su situación geográfica, su disparidad de riquezas naturales y su diferente desarrollo social.
Por otro lado, el mandatario agradeció "profundamente" la adopción de una declaración durante la cumbre para poner fin al "injusto bloqueo" de Estados Unidos contra la isla "así como las expresiones de solidaridad manifestadas por los oradores".
También se refirió a la situación de Haití tras el terremoto y destacó la "encomiable" respuesta de la comunidad internacional "y en particular Latinoamérica y el Caribe", si bien el "gran desafío" comienza ahora, "cuando los titulares de prensa abandonen Haití y el momento de emergencia haya pasado". Propuso un esfuerzo internacional "de envergadura" para la reconstrucción del país con "pleno respeto" a su soberanía y Gobierno y con una voluntad de ayuda "a largo plazo y bajo la autoridad de las Naciones Unidas".
Sobre la solidaridad del pueblo cubano, aseguró que no llegó a Haití con el terremoto, "sino que ha estado presente desde hace más de una década" y permanecerá "los años que sea necesario".
Por último, recordó que Cuba siempre ha reivindicado la justa reclamación de Argentina sobre las Islas Malvinas.
"Respaldamos el derecho legítimo a sus recursos naturales y que cese la explotación foránea de hidrocarburos porque supone una grave violación al derecho internacional", concluyó.
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