De puñado a multitud

Hoy el amanecer fue diferente. Se presentó con un sol pujando con las nubes para alcanzar el protagonismo en el cielo, sin embargo, su brillo, al igual que hace 57 años,  irradió con su carga de esperanzas y dignidad, en Cuba, a nuestra mañana de la Santa Ana.
Muchos amancieros permanecieron en sus hogares para presenciar el acto central nacional por la efeméride del Moncada. De ahí que frente a los televisores y pegaditos a sus radios receptores, siguieron detalle a detalle cada instante de la conmemoración ganada en buena lid por los villaclareños.
Así frente a la pantalla aplaudieron el mensaje de la Revolución Bolivariana, los cambios experimentados en la Ciudad del Che y los avances sembrados por su pueblo aguerrido y combativo.
Bien atentos estuvieron los amancieros a las meridianas palabras de José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros, cuando afianzó la necesidad  de producir alimentos, ahorrar todo lo posible y hacer de la austeridad un talismán de nuestro desempeño.
Ratificó Machado Ventura, la firmeza y sostenibilidad de nuestros principios y la permanente vocación para salvaguardar la independencia nacional, sin coquetear con fanfarrias ni las vavuselas del capitalismo en moribundo estado.
Los amancieros, desde sus puestos de trabajo o estudio; sus posiciones en la defensa de la patria socialista o en cualquier lugar de esparcimiento y recreación, aseguraron, que a diferencia de 1953, cuando un puñado de hombres fue al Moncada a vindicar la memoria del Apóstol, hoy somos una multitud confiada en el futuro y segura de la consolidación de nuestro sistema social, económico y político.