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Política

Más de 8 300 000 cubanos podrán votar en las elecciones el domingo

Más de 8 300 000 cubanos podrán votar en las elecciones el domingo  

Más de 8 300 000 cubanos podrán votar en los sufragios del próximo domingo, con la certeza de que las autoridades electorales han creado las condiciones óptimas para facilitar ese importante ejercicio de democracia socialista y reafirmación revolucionaria.

María Esther Reus, presidenta de la Comisión Electoral Nacional, aseguró ayer en la Mesa Redonda Informativa que en las cinco provincias orientales y en Camagüey, azotados por fuertes lluvias e inundaciones durante los últimos días, se han buscado diversas soluciones para garantizar el desarrollo de los sufragios, lo cual incluye la reubicación de colegios electorales y la entrega de teléfonos celulares en los lugares que todavía permanecen incomunicados por las vías tradicionales.

Las pruebas dinámicas, informó la también Ministra de Justicia, cumplieron satisfactoriamente sus objetivos, pues permitieron detectar y corregir fallas. El país, concluyó, está listo para los comicios del venidero 21 de octubre en los 37 749 colegios habilitados.

Entre los inscritos figuran más de 300 000 jóvenes quienes votarán por primera vez. Patricia Flechilla, presidenta nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, consideró el hecho como una oportunidad para demostrar el apego de las nuevas generaciones a la Revolución, frente a adversarios, como el gobierno de Estados Unidos, empeñados en acusarnos sin causas ni fundamentos.

La Mesa Redonda Informativa contó igualmente con las valoraciones de Yolanda Ferrer, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas; Juan Rabilero, coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución; Orlando Lugo Fonte, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, y Salvador Valdés Mesa, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba.

Las opiniones ofrecidas por estos dirigentes sintetizaron el sentir que hoy puede apreciarse en cualquier parte del país: los sufragios para elegir a los delegados municipales del Poder Popular serán otra rotunda victoria.

NO TENDRÁN JAMÁS A CUBA

NO TENDRÁN JAMÁS A CUBA

Reflexión y Manifiesto para el Pueblo de Cuba

Espero que nadie diga que arremeto gratuitamente contra Bush. Comprenderán sin dudas mis razones para criticar duramente su política.

Robert Woodward es un periodista y escritor norteamericano que se hizo famoso por la serie de artículos publicados en el Washington Post suscritos por él y Carl Bernstein, y que finalmente condujeron a la investigación y renuncia de Nixon. Es autor y coautor de diez best-sellers. Con su temible pluma se las arregla para arrancar confesiones del entrevistado. En su libro Estado de Negación, afirma que el 18 de junio del 2003, a tres meses de iniciada la guerra de Iraq, saliendo de su despacho en la Casa Blanca después de una importante reunión, Bush da unas palmaditas en el hombro de Jay Garner, y le dice:

—"Oye, Jay, ¿quieres hacer lo de Irán?

—"Señor, ya los chicos y yo hablamos sobre el tema y queremos esperar por Cuba. Pensamos que el ron y los tabacos son mejores. Las mujeres son más bellas."

Bush respondió: "Lo tendrás. Tendrás a Cuba."

A Bush lo traicionó el subconsciente. Era lo que pensaba desde que declaró lo que debían esperar decenas de oscuros rincones donde Cuba ocupa un lugar especial.

Garner, un general de tres estrellas recién retirado al que había nombrado Jefe de la Oficina de Planificación para la Posguerra en Iraq, creada por una Directiva Presidencial de Seguridad Nacional secreta, era considerado por Bush un hombre excepcional para llevar a cabo su estrategia bélica. Designado para el cargo el 20 de enero del 2003, fue sustituido el 11 de mayo de ese mismo año a instancias de Rumsfeld. No tuvo el valor de explicarle a Bush sus fuertes discrepancias sobre la estrategia seguida en Iraq. Pensaba en otra con idéntico propósito. En las últimas semanas miles de infantes de marina y un grupo de portaaviones norteamericanos, con sus fuerzas navales de apoyo, han estado maniobrando en el Golfo Pérsico a pocas millas del territorio iraní, en espera de órdenes.

Nuestro pueblo está a punto de cumplir 50 años de cruel bloqueo; miles de sus hijos han muerto o han sido mutilados como consecuencia de la guerra sucia contra Cuba, único país del mundo al que se aplica una Ley de Ajuste que premia la emigración ilegal, otra causa de muerte de ciudadanos cubanos, incluidos mujeres y niños; perdió hace más de 15 años sus principales mercados y fuentes de suministro de alimentos, energía, maquinarias, materias primas, financiamientos a largo plazo y bajo interés.

Primero cayó el campo socialista y casi de inmediato la URSS, desgajada pedazo a pedazo. El imperio arreció e internacionalizó el bloqueo; las proteínas y calorías, bastante bien distribuidas a pesar de nuestras deficiencias, se redujeron aproximadamente un 40 por ciento; vinieron enfermedades como la neuritis óptica y otras; la escasez de medicamentos, igualmente bloqueados, se generalizó: solo como obra caritativa podían entrar, para desmoralizarnos; estos, a su vez, se convertían en fuente de compraventa y negocios ilícitos.

Sobrevino inevitablemente el período especial, que fue la suma de todas las consecuencias de la agresión y las medidas desesperadas que nos obligó a tomar, potenciado el conjunto de acciones nocivas por el colosal aparato publicitario del imperio. Todos esperaban, unos con tristeza, otros con júbilo oligárquico, el derrumbe de la Revolución cubana.

Mucho daño hizo a la conciencia social el acceso a las divisas convertibles, en mayor o menor volumen, por las desigualdades y debilidades ideológicas que creó.

A lo largo de toda su vida la Revolución instruyó al pueblo, formó cientos de miles de maestros, médicos, científicos, intelectuales, artistas, informáticos y otros profesionales universitarios y posgraduados en decenas de carreras. Esa riqueza atesorada permitió reducir la mortalidad infantil a mínimos no imaginables en un país del Tercer Mundo y elevar las perspectivas de vida y el promedio de conocimiento de la población a niveles de noveno grado.

La Revolución Bolivariana de Venezuela, al ofrecer a Cuba petróleo con facilidades de pago cuando el precio de este subía vertiginosamente, significó un alivio importante y abrió nuevas posibilidades, ya que nuestro país comenzaba a producir su propia energía en cifras crecientes.

Desde años antes, el imperio, preocupado por sus intereses en ese país, ya tenía planeado liquidar aquella revolución, lo que intentó en abril del 2002 e intentará de nuevo cuantas veces pueda, para lo cual preparan su resistencia los revolucionarios bolivarianos.

Mientras tanto, Bush arreció sus planes de ocupar Cuba, al extremo de proclamar leyes y un gobierno interventor para instalar una administración imperial directa.

A partir de los privilegios concedidos a Estados Unidos en Bretton Woods y la estafa de Nixon al eliminar el patrón oro que ponía límite a la emisión de billetes, el imperio ha comprado y pagado con papeles decenas de millones de millones de dólares, cifras de más de doce guarismos. Con ello ha mantenido su insostenible economía. Gran parte de las reservas mundiales en divisas están constituidas por bonos de la Tesorería y billetes norteamericanos. Por ello, muchos no desean una crisis del dólar como la de 1929, que convertiría en agua esos papeles. El valor en oro de un dólar es hoy, por lo menos, dieciocho veces menor que el que tenía en los años de Nixon. Lo mismo ocurre con el valor de las reservas en esa moneda.

Esos papeles han sostenido su escaso valor actual sobre la base de que con ellos se pueden adquirir fabulosas cantidades de armas modernas, cada vez más caras, que nada producen. Estados Unidos exporta más armas que el resto del mundo. Con esos mismos papeles el imperio desarrolló los más sofisticados y mortíferos sistemas de armas de destrucción masiva, con las que sostiene su tiranía mundial.

Tal poder le permite imponer la idea de convertir los alimentos en combustibles y hacer trizas cualquier iniciativa y compromiso para evitar el calentamiento global, que se acelera visiblemente.

Hambre y sed, ciclones más violentos e invasiones del mar es lo que sufrirán tirios y troyanos, como frutos de la política imperial. El respiro para la humanidad, que ofreciera una esperanza a la supervivencia de la especie, está en un drástico ahorro de energía, de lo cual no se preocupa en absoluto la sociedad consumista de los países ricos.

Cuba continuará desarrollando y perfeccionando la capacidad combativa de su pueblo, incluida nuestra modesta pero activa y eficiente industria de armas defensivas, que multiplica la capacidad de enfrentar al invasor dondequiera que se encuentre, posea las armas que posea. Continuaremos adquiriendo el material necesario y las bocas de fuego pertinentes, aunque no creciera el famoso Producto Interno Bruto del capitalismo, que tantas cosas incluye, como el valor de las privatizaciones, las drogas, los servicios sexuales, la publicidad, y tantas excluye, como los servicios de educación y salud gratuitos para todos los ciudadanos.

De un año para otro el nivel de vida puede elevarse si se incrementan los conocimientos, la autoestima y la dignidad de un pueblo. Basta con que el despilfarro se reduzca y la economía crece. A pesar de todo, iremos creciendo lo necesario y lo posible.

"La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio", dijo Martí.

"Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha", proclamó Maceo.

¡No somos los primeros revolucionarios en pensar así! ¡Y no seremos los últimos!

Un hombre puede ser comprado, nunca un pueblo.

Durante muchos años pude sobrevivir, por azar, a la máquina de matar del imperio. Pronto se cumplirá un año desde que me enfermé y, cuando estaba entre la vida y la muerte, expresé en la Proclama del 31 de julio del 2006: "No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre."

¡No lo dude usted tampoco, señor Bush!

¡Le aseguro que no tendrán jamás a Cuba!

Fidel Castro Ruz

17 de junio del 2007

2:03 p.m.

Necesitado de cariño

Reflexiones del Comandante en Jefe

Realmente el único lugar donde le dieron cariño a Bush fue en Albania y de tal modo que a este le pareció frío el recibimiento en Bulgaria, donde lo esperaban varios miles de personas portando banderitas norteamericanas.

El apoyo de Bush al ingreso inmediato de Albania en la OTAN y su decisión de exigir la independencia de la provincia de Kosovo enloquecieron a no pocos albaneses.

Noticias de prensa escrita y otros medios informan que varios de ellos, interrogados individualmente, respondieron:

“Bush es un símbolo de la democracia. Estados Unidos, un protector de la libertad de los pueblos.”

Miles de soldados y policías albaneses desarmados, porque así lo exigieron las autoridades yanquis, montaron guardia en dos hileras a lo largo de más de 20 kilómetros entre el aeropuerto y la capital.

El espinoso problema de la independencia de una parte de Serbia es muy controversial en Europa, como antecedente que puede ser seguido en varios países por otras regiones que dentro de las actuales fronteras reclaman soberanía.

Así pasó Albania de la extrema izquierda a la extrema derecha.

¡Vivir para ver! ¡Y ver para creer!

Serbia recibe no solo un duro golpe político sino también económico. Kosovo posee el 70 por ciento de las reservas energéticas de Serbia. Entre 1928 y 1999, año de la guerra de la OTAN contra Serbia, la provincia aportó el 78 por ciento del zinc y la plata. Se calcula que dispone del 82 por ciento de sus posibles reservas de estos metales. También están allí las mayores reservas de bauxita, níquel y cobalto.

Serbia pierde fábricas, terrenos y propiedades. Queda sólo con el deber de pagar la deuda externa contraída por las inversiones en Kosovo antes de 1998.

Acabo de recibir un cable de la AFP que me obliga a extenderme varias líneas más. Dice textualmente:

“Moscú, 13 de junio de 2007.

“Rusia acusa a occidente de discutir en secreto para la independencia de Kosovo.

“Rusia reprochó el miércoles a los países occidentales de trabajar a escondidas y de forma ‘unilateral’ para preparar la independencia de Kosovo, según un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

“Las ‘discusiones secretas dejan entender que se están preparando unilateralmente los escenarios para una independencia de Kosovo’, señaló el portavoz del Ministerio, Mijail Kamynin, en referencia a la reunión que las potencias occidentales mantuvieron el martes en París, sin invitar al gobierno de Moscú.

“Esa actitud, continuó, es ‘intolerable’ y además ‘Rusia no fue invitada a la reunión, lo que es incompatible con las declaraciones en el sentido de buscar soluciones de compromiso’, agregó.”

Fidel Castro Ruz
13 de junio del 2007
8:12 p.m.

El tirano visita a Tirana

REFLEXIONES DEL COMANDANTE EN JEFE

Ya sabemos que esta curiosa visita de Bush a la capital de Albania se produjo. Allí se pronunció resueltamente por la independencia de Kosovo sin respeto alguno para los intereses de Serbia, de Rusia y de varios países de Europa, sensibles al destino de la provincia que fue escenario de la última guerra de la OTAN. A Serbia le endilgó que recibiría ayuda económica si apoyaba la independencia de Kosovo, donde nació la cultura de aquel país. ¡O lo tomas o lo dejas!

Bush está ansioso de cariño. Disfrutó a su gusto del recibimiento sin protestas en Bulgaria. Habló con soldados de ese país que participaron en las guerras de Iraq y Afganistán. Trató de comprometerlos más a derramar sangre generosa en esas pacíficas guerras.

Al quejarse los líderes del país de la no inclusión de Bulgaria en la sombrilla de protección contra ataques nucleares, de inmediato declaró: tendrán los medios necesarios para defenderse de los misiles de alcance medio.

De dos mil a cinco mil soldados de Bush rotarán constantemente por las tres bases militares implantadas por el imperio en Bulgaria. ¡Como si viviéramos en el más feliz de los mundos!

Fidel Castro Ruz

11 de junio del 2007

Hora: 6:00 p.m.

Lo que aprendimos del VI Encuentro

Reflexiones del Comandante en Jefe María Luisa Mendonça trajo al Encuentro de La Habana el impactante documental sobre el corte manual de caña en Brasil. En una síntesis que elaboré, como en la reflexión anterior, con párrafos y frases del original, la esencia de lo que María Luisa expresó fue lo siguiente:Sabemos que la mayoría de las guerras en las últimas décadas tienen como el factor central el control de fuentes de energía. El consumo de energía es garantizado a sectores privilegiados, tanto en los países centrales como en países periféricos, mientras la mayoría de la población mundial no tiene acceso a los servicios básicos. El consumo per cápita de energía en Estados Unidos es de 13 000 kilowatts, mientras el promedio mundial es de 2 429 y en América Latina el promedio es de 1 601. El monopolio privado de fuentes de energía es garantizado por cláusulas en Acuerdos de Libre Comercio bilaterales o multilaterales.El papel de los países periféricos es producir energía barata para los países ricos centrales, lo que representa una nueva fase de la colonización. Es necesario desmitificar la propaganda sobre los supuestos beneficios de los agrocombustibles. En el caso del etanol, el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar contamina los suelos y las fuentes de agua potable, porque utiliza una gran cantidad de productos químicos. El proceso de destilación del etanol produce un residuo que se llama vinaza. Por cada litro de etanol producido, son generados de 10 a 13 litros de vinaza. Una parte de este residuo puede ser utilizado como fertilizante, pero la mayor parte contamina ríos y fuentes de aguas subterráneas. Si Brasil produce 17 000 ó 18 000 millones de litros de etanol por año, eso significa que por lo menos 170 000 millones de litros de vinaza se depositan en las regiones de los cañaverales. Imaginen el impacto en el medio ambiente.La quema de la caña de azúcar, que sirve para facilitar la cosecha, destruye gran parte de los microorganismos del suelo, contamina el aire y causa muchas enfermedades respiratorias. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil decreta casi todos los años en São Paulo —que representa el 60% de la producción de etanol en Brasil— una situación de emergencia, porque las quemas han llevado la humedad del aire a niveles extremadamente bajos, entre 13% y 15%. es imposible respirar en ese período en la región de São Paulo donde se cosecha la caña.La expansión de la producción de agroenergía, como sabemos, es de gran interés para empresas de organismos genéticamente modificados o transgénicos, como Monsanto, Syngenta, Dupont, Bass y Bayer.En el caso de Brasil, la empresa Votorantim ha desarrollado tecnologías para la producción de una caña transgénica, que no es comestible, y sabemos que muchas empresas están desarrollando este mismo tipo de tecnología, y como no hay medios para evitar la contaminación de los transgénicos en los campos de cultivos nativos, esta práctica pone en riesgo la producción de alimentos.Con relación a la desnacionalización del territorio brasileño, grandes empresas han adquirido ingenios de caña en Brasil: Bunge, Novo Group, ADM, Dreyfus, además de los megaempresarios George Soros y Bill Gates.Como consecuencia de esto, sabemos que la expansión de la producción de etanol ha generado la expulsión de campesinos de sus tierras y ha creado una situación de dependencia de lo que llamamos la economía de la caña, porque no es que la industria de la caña genere empleos, es lo contrario, genera desempleo, porque esa industria controla el territorio. Eso significa que no hay espacios para otros sectores productivos. Al mismo tiempo, tenemos la propaganda de la eficiencia de esta industria. Sabemos que se basa en la explotación de una mano de obra barata y esclava. Los trabajadores son remunerados por cantidad de caña cortada y no por horas trabajadas.En el estado de São Paulo, que es donde está la industria más moderna —moderna entre comillas por supuesto— y es el mayor productor del país, la meta de cada trabajador es cortar entre 10 y 15 toneladas de caña por día.Un profesor de la universidad de Campinas, Pedro Ramos, hizo estos cálculos: en los años ochenta los trabajadores cortaban alrededor de 4 toneladas por día y sacaban el equivalente a más o menos 5 dólares. Actualmente, para sacar 3 dólares por día, es necesario cortar 15 toneladas de caña.El propio Ministerio del Trabajo en Brasil hizo un estudio en el que dice que antes 100 metros cuadrados de caña sumaban 10 toneladas; hoy, con la caña transgénica, es necesario cortar 300 metros cuadrados para alcanzar 10 toneladas. Entonces, los trabajadores tienen que trabajar tres veces más para cortar 10 toneladas. Este patrón de explotación ha causado serios problemas de salud y hasta la muerte a trabajadores. Una investigadora del Ministerio del Trabajo en São Paulo dice que el azúcar y el etanol de Brasil están bañados de sangre, sudor y muerte. El Ministerio del Trabajo en São Paulo, en el año 2005, ha registrado 450 muertes de trabajadores por otras causas, como asesinatos y accidentes —porque el transporte hacia los ingenios es muy precario— y también a consecuencia de enfermedades como paros cardiacos y cáncer.Según María Cristina Gonzaga, que hizo la pesquisa, esta investigación del Ministerio del Trabajo muestra que en los últimos cinco años 1 383 trabajadores de la caña han muerto solamente en el estado de São Paulo.El trabajo esclavo también es común en este sector. Los trabajadores son generalmente migrantes del nordeste o de Minas Gerais, que son seducidos por intermediarios. normalmente el contrato no es directamente con la empresa, sino a través de intermediarios, que en Brasil los llamamos "gatos", que seleccionan mano de obra para los ingenios.En el 2006, la Fiscalía del Ministerio Público inspeccionó 74 ingenios, solamente en São Paulo, y todos fueron procesados. Solo en marzo de 2007, los fiscales del Ministerio del Trabajo rescataron 288 trabajadores en situación de esclavitud en São Paulo.Ese mismo mes, en el estado de Mato Grosso se rescataron 409 trabajadores en un ingenio que produce etanol; entre ellos había un grupo de 150 indígenas. En esa área del centro del país, en Mato Grosso, hay esta característica de utilizar indígenas en el trabajo esclavo de la caña.Todos los años cientos de trabajadores sufren condiciones semejantes en los cañaverales. ¿Cómo son estas condiciones? Trabajan sin un registro formal, sin equipos de protección, sin agua o alimentación adecuada, sin acceso a baños y con viviendas muy precarias; además, tienen que pagar por vivienda, por comida, que es muy cara, y necesitan pagar por instrumentos como botas y machetes y, por supuesto, en caso de accidentes de trabajo, que son muchísimos, no reciben el tratamiento adecuado.Para nosotros, la cuestión central es eliminar el latifundio, porque detrás de esta imagen moderna hay un problema central, que es el latifundio en Brasil y, por supuesto, en otros países de América Latina. También es necesaria una política seria de producción de alimentos.Con esto quería presentar un documental que hicimos en el estado de Pernambuco con trabajadores de la caña, que es una de las regiones donde más se produce la caña de azúcar, y así ustedes van a ver realmente cómo son las condiciones. Este documental fue hecho con la Comisión Pastoral de la Tierra en Brasil y con sindicatos de trabajadores forestales del estado de Pernambuco.Así concluye su intervención la destacada y aplaudida dirigente brasileña.A continuación expongo las opiniones de los cortadores de caña, contenidas en el material fílmico entregado por María Luisa. Cuando en el documental no aparecen identificadas las personas, se indica su condición de hombre, mujer o joven. No las incluyo todas por su extensión.Severino Francisco da Silva.-Cuando tenía 8 años, mi padre se mudó al ingenio del Junco. Y cuando llegué, yo estaba por cumplir 9, mi padre empezó a trabajar, y yo ataba la caña con él. Trabajé unos 14 ó 15 años en el ingenio del Junco.Una mujer.-Hace 36 años que vivo aquí en este ingenio. Me casé aquí y tuve 11 hijos.Un hombre.-Hace muchos años que trabajo en el corte de la caña, no sé ni contar.Un hombre.- Empecé a trabajar con 7 años y mi vida es cortar caña y desmalezar.Un joven.-Nací aquí, tengo 23 años, desde los 9 años corto caña.Una mujer.-Trabajé 13 años aquí en la Planta Salgado. Yo sembraba caña, sembraba fertilizante, limpiaba caña, hierba.Severina Conceição.-Todos estos trabajos del campo yo los sé hacer: sembrar fertilizante, sembrar caña. Hacía de todo con el bombo de este tamaño (se refiere al embarazo) y el canasto al costado, y seguía trabajando.Un hombre.-Trabajo, todos los trabajos son difíciles, pero la cosecha de la caña es el peor que hay en Brasil.Edleuza.-Llego a casa y voy a lavar los platos, a arreglar la casa, cuidar del servicio doméstico, hacer las cosas. Cortaba caña, y a veces llegaba a casa y no podía ni lavar los platos, estaba con las manos lastimadas, llenas de callos.Adriano Silva.-El problema es que el administrador exige mucho en el trabajo. Hay días que uno corta caña y cobra, pero hay días que no cobra nada. A veces alcanza y a veces no.Misael.-La situación aquí es perversa, el administrador quiere disminuir el peso de la caña. Dijo que lo que nosotros cortemos aquí es lo que tenemos y se acabó. Estamos trabajando como esclavos, ¿entiende? ¡De esta manera no es posible!Marcos.-El trabajo de la cosecha de la caña es un trabajo esclavo, es un trabajo difícil. Salimos a las 3:00 de la mañana, llegamos a las 8:00 de la noche. Es bueno solamente para el patrón, porque cada día que pasa él gana más y el trabajador pierde, disminuyendo la producción, y queda todo para el patrón.Un hombre.-A veces dormimos sin bañarnos, no hay agua, nos bañamos en un arroyito que pasa por ahí abajo.Un joven.-Aquí no hay leña para cocinar, cada uno, si quiere comer, tiene que salir a conseguirse leña.Un hombre.-El almuerzo es lo que uno trae de casa, trae una comida, come así no más, en ese sol, va tirando para adelante como puede en la vida.Un joven.-Quien trabaja mucho necesita tener una alimentación suficiente. Mientras que el dueño de la planta azucarera está en la regalía, tiene de lo bueno y de lo mejor, nosotros aquí sufriendo.Una mujer.-Pasé mucha hambre. Fui a dormir muchas noches con hambre, a veces no tenía nada para comer, ni para darle a mi hija; algunas veces yo buscaba sal, que era lo más fácil de encontrar.Egidio Pereira.-La persona tiene dos o tres hijos, y si no se cuida, se muere de hambre; no alcanza para vivir.Ivete Cavalcante.-Aquí no existe sueldo, hay que limpiar una tonelada de caña por ocho reales; se gana lo que se logra cortar: si se corta una tonelada, se gana ocho reales, no hay sueldo fijo. Una mujer.-¿Sueldo? Yo no sé nada de eso. Reginaldo Souza.-A veces ellos pagan en dinero. En esta época ellos están pagando en dinero; ahora, en el invierno pagan todo con vale.Una mujer.-El vale, uno trabaja, él anota todo en un papel, se lo pasa a la persona para que compre en el mercado. La persona no ve el dinero que gana.José Luiz.-El administrador hace lo que quiere con las personas. Lo que está ocurriendo es que llamé para "sacar la media" de la caña, no quiso. Es decir: en este caso, él está obligando a la persona a trabajar a la fuerza. De esta manera la persona trabaja gratis para la empresa. Clovis da Silva.-¡Eso nos mata! Uno se pasa medio día cortando caña, piensa que va a conseguir algún dinero, y cuando él va a medir, nos enteramos de que el trabajo no valió nada. Natanael.-El camión de llevar ganado aquí lleva trabajadores, es peor que con el caballo del dueño; porque cuando el dueño coloca su caballo en el camión, él le pone agua, le pone aserrín en el piso para que el caballo no se arruine los cascos, pone pasto, una persona para acompañarlo; y los trabajadores, que se las arreglen: entró, cerró la puerta y se acabó. Ellos tratan a los trabajadores como si fueran animales. El "Pro-Álcool" no ayuda a los trabajadores, solamente ayuda a los proveedores de caña, ayuda a los patrones y los enriquece cada vez más; porque si generara empleo para los trabajadores, para nosotros sería fundamental, pero no genera empleos.José Loureno.-Ellos tienen todo ese poder porque en la Cámara, estadual o federal, tienen un político que representa a esas plantas azucareras. Hay dueños que son diputados, ministros, parientes de señores de ingenio, que facilitan esa situación para los dueños y para los señores de ingenio. Un hombre.-Nuestra lucha parece que no para nunca. No tenemos vacaciones, aguinaldo, queda todo perdido. Además, un cuarto de sueldo, que es obligación, no lo recibimos, es con lo que compramos una ropa a fin de año y una ropa para los hijos. Ellos no nos entregan nada de eso, y vemos que la situación se pone cada día más difícil.Una mujer.-Yo soy trabajadora registrada, y jamás tuve derecho a nada, ni certificado médico. Cuando quedamos embarazadas, tenemos derecho a certificado médico, pero yo no tuve ese derecho, garantía de familia; tampoco tuve aguinaldo, siempre recibía alguna cosita, después no recibí más. Un hombre.-Hace unos 12 años que él no paga ni aguinaldo ni vacaciones. Un hombre.-No puedes enfermarte, trabajas día y noche arriba del camión, en el corte de la caña, de madrugada. Yo perdí mi salud, yo era fuerte.Reinaldo.-Un día yo estaba con unas zapatillas en los pies; cuando di un golpe de machete para cortar la caña, me dio en el dedo, me cortó, terminé el trabajo y me vine para casa.Un joven.-Botas no hay, se trabaja así, muchos trabajan descalzos, no hay condiciones. Dijeron que la planta azucarera iba a donar botas. Hace una semana que él se cortó el pie (señala) porque no hay botas.Un joven.-Yo estaba enfermo, pasé tres días enfermo, no cobré, no me pagaron nada. Fui al médico, pedí certificado y no me lo dieron.Un joven.- Hubo un muchacho que llegó de "Macugi". Estaba trabajando, en medio del trabajo empezó a sentirse muy mal, tuvo que vomitar. El esfuerzo es grande, el sol es muy caliente y la gente no es de hierro, el cuerpo del ser humano no resiste.Valdemar.-Trae muchas enfermedades ese veneno que utilizamos (se refiere a los herbicidas). Causa varios tipos de enfermedad: cáncer de piel, en los huesos, va entrando en la sangre y daña la salud. Uno siente náuseas, llega hasta caerse.Un hombre.-En el período entre las cosechas prácticamente no hay trabajo. Un hombre.-El trabajo que el patrón te manda a hacer se tiene que hacer; porque ustedes saben, si no lo hacemos¼ Nosotros no mandamos; quienes mandan son ellos. Si te dan una tarea, hay que hacerla.Un hombre.-Estoy aquí esperando que un día pueda tener un pedacito de tierra para terminar mi vida así en el campo, para que yo pueda llenarme la barriga y la barriga de mis hijos y de mis nietos, que viven aquí conmigo. ¿Será que hay algo más? Fin del documental.Nadie más agradecido que yo por este testimonio y la presentación de María Luisa, cuya síntesis acabo de elaborar. Me conducen a los recuerdos de los primeros años de mi vida, una edad en que los seres humanos suelen ser sumamente activos.Nací en un latifundio cañero, de propiedad privada, rodeado al norte, el este y el oeste por grandes extensiones de tierra propiedad de tres transnacionales norteamericanas que, en conjunto, poseían más de 250 mil hectáreas de tierra. El corte era manual, en caña verde, no se usaban entonces herbicidas, ni siquiera fertilizantes. Una plantación podía durar más de 15 años. La mano de obra era tan barata que las transnacionales ganaban mucho dinero. El propietario de la finca cañera en que nací era un inmigrante de origen gallego y familia campesina pobre, prácticamente analfabeto, a quien primero trajeron como soldado en lugar de un rico que pagó por eludir el servicio militar y al final de la guerra lo repatriaron a Galicia. Volvió a Cuba por su cuenta, como lo hizo un incontable número de gallegos que viajó hacia países de América Latina. Trabajó como peón de una importante transnacional, la United Fruit Company. Tenía cualidades como organizador, reclutó un número elevado de jornaleros como él, se hizo contratista y compró finalmente tierras en la zona colindante al sur de la gran empresa norteamericana con la plusvalía acumulada. La población cubana en la región oriental, de tradición independentista, había crecido notablemente y carecía de tierra; pero el peso principal de la agricultura oriental, a principios del pasado siglo, caía sobre esclavos liberados pocos años antes o descendientes de los antiguos esclavos y sobre los inmigrantes procedentes de Haití. Los haitianos no tenían familia. Vivían solos en sus míseras viviendas de guano y tablas de palma, agrupados en caseríos, con la presencia de solo dos o tres mujeres entre ellos. Durante los breves meses de zafra se abrían las lides de gallos. Allí jugaban los haitianos sus míseros ingresos, y el resto lo utilizaban para la compra de alimentos, que pasaban por muchos intermediarios y eran caros.El propietario de origen gallego vivía allí, en la finca cañera. Salía solo a recorrer las plantaciones y hablaba con todo el que lo solicitaba o deseaba algo. Muchas veces accedía a las solicitudes, por razones más humanitarias que económicas. Podía tomar decisiones.Los administradores de las plantaciones de la United Fruit Company eran norteamericanos cuidadosamente seleccionados y bien remunerados. Vivían con sus familias en regias mansiones, en lugares escogidos. Eran como dioses distantes, que los hambrientos trabajadores mencionaban con respeto. No se les veía nunca en los cortes, donde actuaban los subordinados suyos. Los dueños de las acciones de las grandes transnacionales vivían en Estados Unidos o en cualquier parte del mundo. Los gastos de las plantaciones estaban presupuestados y nadie podía elevarlos un centavo.Conozco muy bien la familia del segundo matrimonio del inmigrante de origen gallego con una joven campesina cubana muy pobre que, como él, no pudo asistir a una escuela. Era muy abnegada y sumamente consagrada a la familia y a las actividades económicas de la plantación. Los que en el exterior lean estas reflexiones por Internet se sorprenderán al conocer que ese propietario era mi padre. Soy el tercer hijo de los siete de ese matrimonio, que nacimos en la habitación de una casa de campo, muy lejos de cualquier hospital, asistidos por la misma partera, una campesina dedicada en cuerpo y alma a su tarea, que solo contaba con sus conocimientos prácticos. Aquellas tierras fueron todas entregadas al pueblo por la Revolución.Solo me resta añadir que apoyamos totalmente el decreto de nacionalización de la patente a una transnacional farmacéutica para la producción y comercialización en Brasil de un medicamento contra el SIDA, el Efavirenz, de precio abusivamente alto —igual que otros muchos—, así como también la reciente solución mutuamente satisfactoria del diferendo con Bolivia sobre las dos refinerías de petróleo. Reitero que sentimos profundo respeto por el hermano pueblo de Brasil.Fidel Castro Ruz14 de mayo del 20075:12 p.m. 

 

Se intensifica el debate

Se intensifica el debate

 Reflexiones del Comandante en Jefe

Atilio Borón, un prestigioso pensador de izquierda que hasta hace poco dirigió el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), escribió un artículo para el VI Encuentro Hemisférico de Lucha contra los TLC y por la Integración de los Pueblos, recién concluido en La Habana, que tuvo la amabilidad de enviarme acompañado de una carta.
La esencia de lo que escribió y he sintetizado a partir de párrafos y frases textuales de su propio artículo, fue lo siguiente:
Sociedades precapitalistas ya conocían el petróleo que afloraba en depósitos superficiales y lo utilizaban para fines no comerciales, como la impermeabilización de los cascos de madera de las embarcaciones o de productos textiles, o para la iluminación mediante antorchas. De ahí su nombre primitivo: "aceite de piedra".
A finales del siglo XIX ―luego de los descubrimientos de grandes yacimientos en Pennsylvania, Estados Unidos, y de los desarrollos tecnológicos impulsados por la generalización del motor de combustión interna― el petróleo se transformó en el paradigma energético del siglo XX.
La energía es concebida como una mercancía más. Tal como lo advirtiera Marx, esto no ocurre debido a la perversidad o insensibilidad de este o aquel capitalista individual, sino que es consecuencia de la lógica del proceso de acumulación, que tiende a la incesante "mercantilización" de todos los componentes, materiales y simbólicos, de la vida social. El proceso de mercantilización no se detuvo en los humanos y simultáneamente se extendió a la naturaleza: la tierra y sus productos, los ríos y las montañas, las selvas y los bosques fueron objeto de su incontenible rapiña. Los alimentos, por supuesto, no escaparon de esta infernal dinámica. El capitalismo convierte en mercancía todo lo que se pone a su alcance.
Los alimentos son convertidos en energéticos para viabilizar la irracionalidad de una civilización que, para sostener la riqueza y los privilegios de unos pocos, incurre en un brutal ataque al medio ambiente y a las condiciones ecológicas que posibilitaron la aparición de vida en la Tierra.
La transformación de los alimentos en energéticos constituye un acto monstruoso.
El capitalismo se dispone a practicar una masiva eutanasia de los pobres, y muy especialmente de los pobres del Sur, pues es allí donde se encuentran las mayores reservas de la biomasa del planeta requerida para la fabricación de los biocombustibles. Por más que los discursos oficiales aseguren que no se trata de optar entre alimentos y combustibles, la realidad demuestra que esa y no otra es precisamente la alternativa: o la tierra se destina a la producción de alimentos o a la fabricación de biocombustibles.
Las principales enseñanzas que dejan los datos que aporta la FAO sobre el tema de la superficie agrícola y el consumo de fertilizantes son las siguientes:
•  La superficie agrícola per cápita en el capitalismo desarrollado es casi el doble de la que existe en la periferia subdesarrollada: 1,36 hectáreas por persona en el Norte contra 0,67 en el Sur, lo que se explica por el simple hecho de que la periferia subdesarrollada cuenta con cerca del 80 por ciento de la población mundial.
•  Brasil se encuentra muy levemente por encima de la tierra agrícola per cápita de los países desarrollados. Resulta evidente que este país deberá destinar ingentes extensiones de su enorme superficie para poder cumplir con las exigencias del nuevo paradigma energético.
•  China y la India cuentan con 0,44 y 0,18 hectáreas por persona respectivamente.
•  Las   pequeñas   naciones   antillanas, tradicionalmente dedicadas al monocultivo de la caña de azúcar, muestran con elocuencia los efectos erosionantes de la misma, ejemplificados en el extraordinario consumo por hectárea de fertilizantes que se requiere para sostener la producción. Si en los países de la periferia la cifra promedio es de 109 kilogramos de fertilizantes por hectárea (contra 84 en los capitalistas desarrollados), en Barbados es de 187,5, en Dominica 600, en Guadalupe 1,016, en Santa Lucía 1,325 y en Martinica 1,609. Quien dice fertilizantes dice consumo intensivo de petróleo, de modo que la tan mentada ventaja de los agroenergéticos para reducir el consumo de hidrocarburos parece ser más ilusoria que real.
La totalidad de la superficie agrícola de la Unión Europea apenas alcanzaría a cubrir el 30 por ciento de las necesidades actuales ―no las futuras, previsiblemente mayores― de combustibles. En Estados Unidos, para satisfacer la demanda actual de combustibles fósiles sería necesario destinar a la producción de agroenergéticos el 121 por ciento de toda la superficie agrícola de ese país.
En consecuencia, la oferta de agrocombustibles tendrá que proceder del Sur, de la periferia pobre y neocolonial del capitalismo. Las matemáticas no mienten: ni Estados Unidos ni la Unión Europea tienen tierras disponibles para sostener al mismo tiempo un aumento de la producción de alimentos y  una expansión en la producción de agroenergéticos.
La deforestación del planeta podría ampliar (aunque sólo por un tiempo) la superficie apta para el cultivo. Pero eso sería tan sólo por unas pocas décadas, a lo sumo. Esas tierras luego se desertificarían y la situación quedaría peor que antes, exacerbando aún más el dilema que opone la producción de alimentos a la de etanol o biodiésel.
La lucha contra el hambre ―y hay unos 2 mil millones de personas que padecen hambre en el mundo― se verá seriamente perjudicada por la expansión de la superficie sembrada para la producción de agroenergéticos. Los países en donde el hambre es un flagelo universal atestiguarán la rápida reconversión de la agricultura tendiente a abastecer la insaciable demanda de energéticos que reclama una civilización montada sobre el uso irracional de los mismos. El resultado no puede ser otro que el encarecimiento de los alimentos y, por lo tanto, el agravamiento de la situación social de los países del Sur.
Además, cada año se agregan 76 millones de personas a la población mundial, y como es obvio demandarán alimentos, que serán cada vez más caros y estarán fuera de su alcance.
Lester Brown, en The Globalist Perspective, pronosticaba hace menos de un año que los automóviles absorberían la mayor parte del incremento en la producción mundial de granos en el 2006. De los 20 millones de toneladas sumadas a las existentes en el 2005, 14 millones se destinaron a la producción de combustibles, y solo 6 millones de toneladas para satisfacer la necesidad de los hambrientos. Este autor asegura que el apetito mundial por combustible para los automóviles es insaciable. Se prepara, concluía Brown, un escenario en el cual deberá necesariamente producirse un choque frontal entre los 800 millones de prósperos propietarios de automóviles y los consumidores de alimentos.
El demoledor impacto del encarecimiento de los alimentos, que se producirá inexorablemente en la medida en que la tierra pueda ser utilizada para producirlos o para producir carburante, fue demostrado en la obra de C. Ford Runge y Benjamin Senauer, dos distinguidos académicos de la Universidad de Minnesota, en un artículo publicado en la edición en lengua inglesa de la revista Foreign Affairs, cuyo título lo dice todo: "El modo en que los biocombustibles podrían matar por inanición a los pobres". Los autores sostienen que en Estados Unidos el crecimiento de la industria del agrocombustible ha dado lugar a incrementos no solo en los precios del maíz, las semillas oleaginosas y otros granos, sino también en los precios de los cultivos y productos que al parecer no guardan relación. El uso de la tierra para cultivar el maíz que alimente las fauces del etanol está reduciendo el área destinada a otros cultivos. Los procesadores de alimentos que utilizan cultivos como los guisantes y el maíz tierno se han visto obligados a pagar precios más altos para mantener los suministros seguros, costo que a la larga pasará a los consumidores. El aumento de los precios de los alimentos también está golpeando las industrias ganaderas y avícolas. Los costos más altos han provocado la caída abrupta de los ingresos, en especial en los sectores avícola y porcino. Si los ingresos continúan disminuyendo, la producción también lo hará y aumentarán los precios del pollo, pavo, cerdo, leche y huevos. Advierten que los efectos más devastadores de la subida del precio de los alimentos se sentirán especialmente en los países del Tercer Mundo.
Un estudio de la Oficina Belga de Asuntos Científicos demuestra que el biodiésel provoca más problemas de salud y de medio ambiente porque crea una polución más pulverizada y libera más contaminantes que destruyen la capa de ozono.
En relación con el argumento de la supuesta benignidad de los agrocombustibles, Víctor Bronstein, profesor de la Universidad de Buenos Aires, ha demostrado que:
•  No es verdad que los biocombustibles sean una fuente de energía renovable y perenne, dado que el factor crucial en el crecimiento de las plantas no es la luz solar sino la disponibilidad de agua y las condiciones apropiadas del suelo. Si no fuera así, podría producirse maíz o caña de azúcar en el desierto de Sahara. Los efectos de la producción a gran escala de los biocombustibles serán devastadores.
•  No es cierto que no contaminan. Si bien el etanol produce menos emisiones de carbono, el proceso de su obtención contamina la superficie y el agua con nitratos, herbicidas, pesticidas y desechos, y el aire, con aldehídos y alcoholes que son cancerígenos. El supuesto de un combustible "verde y limpio" es una falacia.
La propuesta de los agrocombustibles es inviable y, además, inaceptable ética y políticamente. Pero no basta con rechazarla. Estamos convocados a implementar una nueva revolución energética, pero al servicio de los pueblos y no de los monopolios y del imperialismo. Ese es, tal vez, el desafío más importante de la hora actual, concluye Atilio Borón.
Como pueden apreciar, la síntesis llevó espacio. Hace falta espacio y tiempo. Prácticamente un libro. Se afirma que la obra cumbre que hizo famoso al escritor Gabriel García Márquez, Cien Años de Soledad, exigió de él cincuenta cuartillas por cada cuartilla enviada a la imprenta. ¿Cuánto tiempo necesitaría mi pobre pluma para refutar a los defensores de la idea siniestra por interés material, por ignorancia, por indiferencia, o a veces por las tres cosas a la vez, y divulgar los sólidos y honestos argumentos de los que luchan por la vida de la especie?
Hay opiniones y puntos de vista muy importantes que se vertieron el Encuentro Hemisférico de La Habana. Habrá que hablar de los que trajeron la imagen real del corte manual de caña en un documental que parece reflejar el infierno de Dante. Un número creciente de  opiniones se vierten todos los días por todos los medios en todas partes del mundo, desde instituciones como Naciones Unidas hasta las sociedades nacionales de científicos. Veo simplemente que se intensifica el debate. El hecho de que se discuta sobre el tema es ya un importante avance.
 
Fidel Castro Ruz
9 de mayo del 2007
5:47 p.m.

 

La tragedia que amenaza a nuestra especie

Reflexiones del Comandante en Jefe

No puedo hablar como economista o como científico. Lo hago simplemente como político que desea desentrañar los argumentos de los economistas y los científicos en un sentido u otro. También trato de intuir las motivaciones de cada uno de los que se pronuncian sobre estos temas. Hace solo veintidós años sostuvimos en Ciudad de La Habana gran número de reuniones con líderes políticos, sindicales, campesinos, estudiantiles, invitados a nuestro país como representantes de los sectores mencionados. A juicio de todos, el problema más importante en aquel momento era la enorme deuda externa acumulada por los países de América Latina en 1985. Esa deuda ascendía a 350 000 millones de dólares. Entonces los dólares tenían un poder adquisitivo muy superior al dólar de hoy.

De los resultados de aquellas reuniones enviamos copia a todos los gobiernos del mundo, con algunas excepciones como es lógico, porque habrían parecido insultantes. En aquel periodo los petrodólares habían inundado el mercado y las grandes transnacionales bancarias prácticamente exigían a los países la aceptación de elevados préstamos. De más está decir que los responsables de la economía aceptaron tales compromisos sin consultar con nadie. Esa época coincidió con la presencia de los gobiernos más represivos y sangrientos que ha sufrido el continente, impuestos por el imperialismo. No pocas sumas se gastaron en armas, lujos y bienes de consumo. El endeudamiento posterior creció hasta 800 000 millones de dólares mientras se engendraban los catastróficos peligros actuales, que pesan sobre una población que en apenas dos décadas y media se ha duplicado y con ella el número de los condenados a vivir en extrema pobreza. En la región de América Latina la diferencia entre los sectores de la población más favorecida y los de menos ingresos es hoy la mayor del mundo.

Mucho antes que lo que ahora se debate, las luchas del Tercer Mundo se centraban en problemas igualmente angustiosos como el intercambio desigual. Año tras año se fue descubriendo que las exportaciones de los países industrializados, elaboradas generalmente con nuestras materias primas, se elevaban unilateralmente de precio mientras el de nuestras exportaciones básicas se mantenía inalterable. El café y el cacao —para citar dos ejemplos— alcanzaban aproximadamente 2 000 dólares por tonelada. Una taza de café, un batido de chocolate, se podían consumir en ciudades como Nueva York por unos centavos; hoy se cobra por ellos varios dólares, quizás 30 o 40 veces lo que costaba entonces. Un tractor, un camión, un equipo médico, requieren hoy para su adquisición varias veces el volumen de productos que se necesitaba entonces para importarlos; parecida suerte corrían el yute, el henequén y otras fibras producidas en el Tercer Mundo y sustituidas por las de carácter sintético. Mientras, los cueros curtidos, el caucho y las fibras naturales que se usaban en muchos tejidos eran sustituidos por material sintético de sofisticadas industrias petroquímicas. Los precios del azúcar rodaban por el suelo, aplastados por los grandes subsidios de los países industrializados a su agricultura.

Las antiguas colonias o neocolonias, a quienes se les prometió un porvenir maravilloso después de la Segunda Guerra Mundial, no despertaban todavía de las ilusiones de Bretton Woods. El sistema estaba diseñado de pies a cabeza para la explotación y el saqueo.

Al inicio de esta toma de conciencia no habían aparecido todavía otros factores sumamente adversos, como el insospechado derroche de energía en que caerían los países industrializados. Estos pagaban el petróleo a menos de dos dólares el barril. La fuente de combustible, con excepción de Estados Unidos donde era muy abundante, estaba fundamentalmente en países del Tercer Mundo, principalmente en el Oriente Medio, además de México, Venezuela y ulteriormente en África. Pero no todos los países calificados en virtud de otra mentira piadosa como "países en desarrollo" eran petroleros, 82 de ellos son los más pobres y como norma necesitan importar petróleo. Les espera por tanto una situación terrible si los alimentos se transforman en biocombustibles, o agrocombustibles como prefieren llamarlos los movimientos campesinos e indígenas de nuestra región.

La idea del calentamiento global como terrible espada de Damocles que pende sobre la vida de la especie, hace apenas 30 años ni siquiera era conocida por la inmensa mayoría de los habitantes del planeta; aún hoy existe gran ignorancia y confusión sobre estos temas. Si se escucha a los voceros de las transnacionales y su aparato de divulgación, vivimos en el mejor de los mundos: una economía regida por el mercado, más capital transnacional, más tecnología sofisticada, igual a crecimiento constante de la productividad, del PIB, del nivel de vida y todos los sueños del mundo para la especie humana; el Estado no debe interponerse en nada, no debiera incluso existir, excepto como instrumento del gran capital financiero.

Pero las realidades son tercas. Uno de los países más industrializados del mundo, Alemania, pierde el sueño ante el hecho de que un 10 por ciento de la población está desempleada. Los trabajos más duros y menos atractivos son desempeñados por los inmigrantes que, desesperados en su creciente pobreza, penetran en la Europa industrializada por todos los agujeros posibles. Nadie saca al parecer la cuenta del número de habitantes del planeta, que crece precisamente en los países no desarrollados.

Más de 700 representantes de organizaciones sociales se acaban de reunir en La Habana para discutir sobre varios de los temas que en esta reflexión se abordan. Muchos de ellos expusieron sus puntos de vista y dejaron entre no-sotros imborrables impresiones. Hay material abundante sobre el cual reflexionar, además de los nuevos sucesos que ocurren cada día.

Ahora mismo, como consecuencia de la puesta en libertad de un monstruo del terror, dos personas jóvenes que cumplían un deber legal en el Servicio Militar Activo, aspirando a disfrutar del consumismo en Estados Unidos, asaltaron un ómnibus, forzaron con su impacto una de las puertas de entrada de la terminal de vuelos nacionales del aeropuerto, llegaron hasta un avión civil y penetraron en él con los rehenes, exigiendo el traslado al territorio norteamericano. Días antes habían asesinado a un soldado que estaba de posta, para robar dos fusiles automáticos, y en el propio avión privaron de la vida con cuatro disparos a un valiente oficial que, desarmado y capturado como rehén en el ómnibus, intentó evitar el secuestro de la nave aérea. La impunidad y los beneficios materiales con que se premia desde hace casi medio siglo toda acción violenta contra Cuba, estimula tales hechos. Hacía muchos meses no ocurría nada parecido. Bastó la insólita liberación del conocido terrorista, y de nuevo la muerte visitó nuestros hogares. Los autores no han sido juzgados todavía, porque en el transcurso de los hechos ambos resultaron heridos, uno de ellos por los disparos que hizo el otro dentro del avión, mientras luchaban contra el heroico oficial de las fuerzas armadas. Ahora muchas personas en el exterior esperan la reacción de los Tribunales y el Consejo de Estado ante un pueblo profundamente indignado con los acontecimientos. Hace falta una gran dosis de serenidad y sangre fría para enfrentar tales problemas.

El apocalíptico jefe del imperio declaró hace más de cinco años que las fuerzas de Estados Unidos debían estar listas para atacar preventiva y sorpresivamente 60 o más países del mundo. Nada menos que un tercio de la comunidad internacional. No le bastan, al parecer, la muerte, las torturas y el destierro de millones de personas para apoderarse de los recursos naturales y los frutos del sudor de otros pueblos.

Mientras tanto el impresionante encuentro internacional que acaba de tener lugar en La Habana reafirmó en mí una convicción personal: toda idea siniestra debe ser sometida a críticas demoledoras sin concesión alguna.

Fidel Castro Ruz

7 de mayo del 2007

5:42 p.m.
 
Tomado del Periódico Granma.


  

 

La internacionalización del genocidio

La internacionalización del genocidio

Reflexiones del Comandante en Jefe

La reunión de Camp David acaba de concluir. Todos escuchamos con interés la conferencia de prensa de los Presidentes de los Estados Unidos y Brasil, así como las noticias en torno a la reunión y las opiniones vertidas.

Enfrentado Bush a las demandas de su visitante brasileño sobre tarifas arancelarias y subsidios, que protegen y apoyan la producción norteamericana de etanol, no hizo en Camp David la más mínima concesión.

El presidente Lula atribuyó a esto el encarecimiento del maíz, que de acuerdo con sus palabras se había elevado en más de un 85 por ciento.

Ya antes, el periódico The Washington Post publicó el artículo de la máxima autoridad de Brasil, donde expuso la idea de convertir los alimentos en combustible.

No es mi intención lastimar a Brasil, ni mezclarme en asuntos relacionados con la política interna de ese gran país. Fue precisamente en Río de Janeiro, sede de la Reunión Internacional sobre el Medio Ambiente, hace exactamente 15 años, donde denuncié con vehemencia, en un discurso de 7 minutos los peligros medioambientales que amenazaban la existencia de nuestra especie. En aquella reunión estaba presente Bush padre como presidente de Estados Unidos, que en gesto de cortesía aplaudió aquellas palabras, igual que todos los demás presidentes.

Nadie en Camp David ha respondido a la cuestión fundamental. ¿Dónde y quiénes van a suministrar los más de 500 millones de toneladas de maíz y otros cereales que Estados Unidos, Europa y los países ricos necesitan para producir la cantidad de galones de etanol que las grandes empresas norteamericanas y de otros países exigen como contrapartida de sus cuantiosas inversiones? ¿Dónde y quiénes van a producir la soya, las semillas de girasol y colza, cuyos aceites esenciales esos mismos países ricos van a convertir en combustible?

Un número de países producen y exportan sus excedentes de alimentos. El balance entre exportadores y consumidores era ya tenso, disparando los precios de los mismos. En aras de la brevedad, no me queda otra alternativa que limitarme a señalar lo siguiente:

Los cinco principales productores de maíz, cebada, sorgo, centeno, mijo y avena que Bush quiere convertir en materia prima para producir etanol, suministran al mercado mundial, según datos recientes, 679 millones de toneladas. A su vez, los cinco principales consumidores, algunos de los cuales son también productores de estos granos, necesitan actualmente 604 millones de toneladas anuales. El excedente disponible se reduce a menos de 80 millones de toneladas.

Este colosal derroche de cereales para producir combustible, sin incluir las semillas oleaginosas, solo serviría para ahorrarles a los países ricos menos del 15 por ciento del consumo anual de sus voraces automóviles.

Bush en Camp David ha declarado su intención de aplicar esta fórmula a nivel mundial, lo cual no significa otra cosa que la internacionalización del genocidio.

El Presidente de Brasil, en su mensaje publicado por The Washington Post, víspera del encuentro en Camp David, afirmó que menos del uno por ciento de la tierra cultivable brasileña se dedica a la caña para producir etanol. Esa superficie es casi el triple que la que se empleaba en Cuba cuando se producían casi 10 millones de toneladas de azúcar, antes de la crisis de la URSS y del cambio climático.

Nuestro país lleva más tiempo produciendo y exportando azúcar, primero a base del trabajo de los esclavos, que llegaron a sumar más de 300 mil en los primeros años del siglo XIX y convirtieron la colonia española en el primer exportador del mundo. Casi cien años después, a principios del siglo XX, en la república mediatizada, cuya independencia plena frustró la intervención norteamericana, solo inmigrantes antillanos y cubanos analfabetos cargaban el peso del cultivo y el corte de la caña. La tragedia de nuestro pueblo era el llamado tiempo muerto, por el carácter cíclico de este cultivo. Las tierras cañeras eran propiedad de empresas norteamericanas o de grandes terratenientes de origen cubano. Hemos acumulado, por tanto, más experiencia que nadie sobre el efecto social de ese cultivo.

El pasado domingo primero de abril, la CNN informaba la opinión de especialistas brasileños, quienes afirman que muchas de las tierras dedicadas al cultivo de la caña han sido adquiridas por norteamericanos y europeos ricos.

En mis reflexiones publicadas el 29 de marzo expliqué los efectos del cambio climático en Cuba, a lo que se añaden otras características tradicionales de nuestro clima.

En nuestra isla, pobre y lejos del consumismo, no habría siquiera personal suficiente para soportar los duros rigores del cultivo y la atención a los cañaverales en medio del calor, las lluvias, o las sequías crecientes. Cuando azotan los ciclones, ni siquiera las máquinas más perfectas pueden cosechar las cañas acostadas y retorcidas. Durante siglos no se acostumbraba a quemarlas, ni el suelo se compactaba bajo el peso de complejas máquinas y enormes camiones; los fertilizantes nitrogenados, potásicos y fosfóricos, hoy costosísimos, ni siquiera existían, y los meses secos y húmedos se alternaban regularmente. En la agricultura moderna no hay rendimientos elevados posibles sin rotación de cultivos.

La Agencia Francesa de Prensa transmitió el domingo primero de abril informaciones preocupantes sobre el cambio climático, que expertos reunidos por Naciones Unidas consideran algo ya inevitable y de graves consecuencias en las próximas décadas.

"El cambio climático afectará al continente americano de forma importante, al generar más tormentas violentas y olas de calor, que en Latinoamérica provocarán sequías, con extinción de especies e incluso hambre, según el informe de la ONU que debe aprobarse la próxima semana en Bruselas.

"Al final del actual siglo, cada hemisferio sufrirá problemas de agua y, si los gobiernos no toman medidas, el aumento de temperaturas podría incrementar los riesgos de ‘mortalidad, contaminación, catástrofes naturales y enfermedades infecciosas’, advierte el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC).

"En Latinoamérica, el calentamiento ya está derritiendo los glaciares de los Andes y amenaza al bosque del Amazonas, cuyo perímetro se puede ir convirtiendo en una sabana", continúa afirmando el cable.

"A causa de la gran cantidad de población que vive cerca de las costas, Estados Unidos también se expone a fenómenos naturales extremos, como demostró el huracán Katrina el año 2005."

"Este es el segundo informe del IPCC de una serie de tres, que se abrió el pasado febrero con una primera diagnosis científica donde se establecía la certeza del cambio climático."

"En esta segunda entrega de 1 400 páginas, en la que se analiza el cambio por sectores y regiones y del que la AFP ha obtenido una copia, se considera que, aunque se tomen medidas radicales para reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, el aumento de temperaturas en todo el planeta en las próximas décadas ya es seguro", concluye la información de la agencia francesa de noticias.

Como era de esperar, Dan Fisk, asesor de Seguridad Nacional para la región, declaró el propio día de la reunión de Camp David que "en la discusión de asuntos regionales, el tema de Cuba sería uno de ellos y no precisamente para abordar el tema del etanol —sobre el cual el Presidente convaleciente Fidel Castro escribió un artículo el jueves— sino sobre el hambre que ha creado en el pueblo cubano".

Por la necesidad de dar respuesta a este caballero, me veo en el deber de recordarle que el índice de mortalidad infantil en Cuba es menor que el de Estados Unidos. Puede asegurarse que no existe ciudadano alguno sin asistencia médica gratuita. Todo el mundo estudia y nadie carece de oferta de trabajo útil, a pesar de casi medio siglo de bloqueo económico y el intento de los gobiernos de los Estados Unidos de rendir por hambre y asfixia económica al pueblo cubano.

China jamás emplearía una sola tonelada de cereales o de leguminosas para producir etanol. Se trata de una nación de economía próspera que bate récords de crecimiento, donde ningún ciudadano deja de recibir los ingresos necesarios para bienes esenciales de consumo, a pesar de que un 48 por ciento de su población, que supera los 1 300 millones de habitantes, trabaja en la agricultura. Por el contrario, se ha propuesto hacer considerables ahorros de energía eliminando miles de fábricas que consumen cifras inaceptables de electricidad e hidrocarburos. Muchos de los alimentos mencionados los importa desde cualquier rincón del mundo después de transportarlos miles de kilómetros.

Decenas y decenas de países no producen hidrocarburos y no pueden producir maíz y otros granos, ni semillas oleaginosas, porque el agua no les alcanza ni para cubrir sus necesidades más elementales.

En una reunión convocada en Buenos Aires por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores sobre la producción de etanol, el holandés Loek Boonekamp, director de Mercados y Comercio Agrícola de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), declaró a la prensa que:

"Los gobiernos se entusiasmaron mucho; deberían tener una mirada fría acerca de si debe haber apoyo tan robusto al etanol.

"La producción de etanol solo es viable en Estados Unidos; en ningún otro país, salvo que se apliquen subsidios.

"Esto no es maná del cielo y no nos tenemos que comprometer ciegamente", prosigue el cable.

"Hoy los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles sean mezclados con biocombustibles en cerca del 5 por ciento y eso ya presiona los precios agrícolas. Si ese corte se elevara a 10 por ciento, se necesitaría 30 por ciento de la superficie sembrada en Estados Unidos y 50 por ciento de la de Europa. Por eso pregunto si esto es sustentable. El aumento de la demanda de cultivos para etanol producirá precios más altos e inestables."

Las medidas proteccionistas se elevan hoy a 54 centavos por galón y los subsidios reales alcanzan cifras mucho más altas.

Aplicando la sencilla aritmética que aprendimos en el preuniversitario, se comprobaría que el simple cambio de los bombillos incandescentes por fluorescentes, como expresé en mi reflexión anterior, aportaría un ahorro de inversión y de recursos energéticos equivalente a millones de millones de dólares, sin utilizar una sola hectárea de tierra agrícola.

Mientras tanto, noticias públicas procedentes de Washington afirman textualmente a través de la AP:

"La misteriosa desaparición de millones de abejas en todo Estados Unidos tiene a los apicultores al borde del ataque de nervios y preocupa incluso al Congreso, que debatirá este jueves la crítica situación de un insecto clave para el sector agrícola.

"Las primeras señales serias de este enigma surgieron poco después de las Navidades en el estado de la Florida, cuando los apicultores se encontraron con que las abejas se habían esfumado.

"Desde entonces, el síndrome que los expertos han bautizado como Problema del Colapso de las Colonias (CCD, por sus siglas en inglés), ha mermado en un 25 por ciento los enjambres del país.

"Hemos perdido más de medio millón de colonias, con una población de alrededor de 50 mil abejas cada una, dijo Daniel Weaver, presidente de la Federación Estadounidense de Apicultores, quien apuntó que el mal afecta a unos 30 de los 50 estados del país. Lo curioso del fenómeno es que en muchos casos no se encuentran restos mortales.

"Los laboriosos insectos polinizan cultivos valorados entre 12 mil y 14 mil millones de dólares, según un estudio de la Universidad de Cornell.

"Los científicos barajan todo tipo de hipótesis, entre ellas la de que algún pesticida haya provocado daños neurológicos a las abejas y alterado su sentido de la orientación. Otros culpan a la sequía, e incluso a las ondas de los teléfonos móviles, pero lo cierto es que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el verdadero desencadenante."

Lo peor puede estar por venir: una nueva guerra para asegurar los suministros de gas y petróleo, que coloque la especie humana al borde del holocausto total.

Hay órganos de prensa rusos que, invocando fuentes de inteligencia, han informado que la guerra contra Irán viene siendo preparada en todos sus detalles desde hace más de tres años, el día en que el gobierno de Estados Unidos decidió ocupar totalmente Iraq, desatando una interminable y odiosa guerra civil.

Mientras tanto, el gobierno de Estados Unidos destina cientos de miles de millones al desarrollo de armas de tecnología altamente sofisticada, como las que utilizan sistemas microelectrónicos, o nuevas armas nucleares que podrían estar sobre los objetivos una hora después de recibir la orden.

Estados Unidos ignora olímpicamente que la opinión mundial está contra todo tipo de armas nucleares.

Demoler hasta la última fábrica iraní es una tarea técnica relativamente fácil para un poder como el de Estados Unidos. Lo difícil puede venir después, si una nueva guerra se desata contra otra creencia musulmana que merece todo nuestro respeto, al igual que las demás religiones de los pueblos del Cercano, Mediano o Lejano Oriente, anteriores o posteriores al cristianismo.

El arresto de los soldados ingleses en aguas jurisdiccionales de Irán parece una provocación exactamente igual a la de los llamados "Hermanos al Rescate", cuando violando las órdenes del presidente Clinton avanzaban sobre las aguas de nuestra jurisdicción y la acción defensiva de Cuba, absolutamente legítima, sirvió de pretexto al gobierno de Estados Unidos para promulgar la famosa Ley Helms-Burton, que viola la soberanía de otros países. Poderosos medios masivos de publicidad han sepultado en el olvido aquel episodio. No son pocos los que atribuyen el precio del petróleo de casi 70 dólares por barril, alcanzado el lunes, a los temores de un ataque a Irán.

¿De dónde sacarán los países pobres del Tercer Mundo los recursos mínimos para sobrevivir?

No exagero ni uso palabras desmesuradas, me atengo a los hechos.

Como puede observarse, son muchas las caras oscuras del poliedro.

3 de abril del 2007

Fidel Castro Ruz

Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo

Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo

Reflexiones del Comandante en Jefe

No se trata de una cifra exagerada; es más bien cautelosa. En eso he meditado bastante después de la reunión del presidente Bush con los fabricantes norteamericanos de automóviles.

La idea siniestra de convertir los alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea económica de la política exterior de Estados Unidos el pasado lunes 26 de marzo.

Un cable de la AP, agencia de información norteamericana que llega a todos los rincones del mundo, dice textualmente:

"WASHINGTON, 26 de marzo (AP). El presidente George W. Bush elogió el lunes los beneficios de los automóviles que funcionan con etanol y biodiesel, durante una reunión con fabricantes de vehículos, en la que buscó dar impulso a sus planes de combustibles alternativos.

"Bush dijo que un compromiso de los líderes de la industria automotriz nacional para duplicar su producción de vehículos a combustible alternativo ayudaría a que los automovilistas abandonen los motores que funcionan con gasolina y reduzcan la dependencia del país respecto del petróleo de importación.

"‘Este es un gran avance tecnológico para el país’, dijo Bush tras inspeccionar tres vehículos a combustible alternativo. Si la nación quiere reducir el consumo de gasolina, el consumidor debe estar en posibilidad de tomar una decisión racional.

"El Presidente instó al Congreso a avanzar rápido en una legislación que el gobierno propuso recientemente para ordenar el uso de 132 000 millones de litros (35 000 millones de galones) de combustibles alternativos para el 2017 y para imponer estándares más exigentes de ahorro de combustible en los automóviles.

"Bush se reunió con el presidente de consejo y director general de General Motors Corp, Rich Wagoner; el director general de Ford Motor Co., Alan Mulally y el director general del grupo Chrysler de Daimler Chrysler AG, Tom LaSorda.

"Los participantes en el encuentro discutieron medidas para apoyar la producción de vehículos a combustible alternativo, intentos para desarrollar el etanol a partir de fuentes como el césped o el serrín, y una propuesta para reducir en un 20% el consumo de gasolina en 10 años.

"Las discusiones se realizaron en un momento en que han subido los precios de la gasolina. El estudio más reciente de la organización Lundberg Survey señaló que el precio promedio nacional de la gasolina ha subido 6 centavos por galón (3,78 litros) en las últimas dos semanas, a 2,61 dólares."

Pienso que reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible.

Hoy se conoce con toda precisión que una tonelada de maíz sólo puede producir 413 litros de etanol como promedio, de acuerdo con densidades, lo que equivale a 109 galones.

El precio promedio del maíz en los puertos de Estados Unidos se eleva a 167 dólares la tonelada. Se requieren por tanto 320 millones de toneladas de maíz para producir 35 000 millones de galones de etanol.

Según datos de la FAO, la cosecha de maíz de Estados Unidos en el año 2005 se elevó a 280,2 millones de toneladas.

Aunque el Presidente hable de producir combustible a partir de césped o virutas de madera, cualquiera comprende que son frases carentes en absoluto de realismo. Entiéndase bien: ¡35 000 millones de galones significan un 35 seguido de nueve ceros!

Vendrán después bellos ejemplos de lo que en la productividad por hombre y por hectárea alcanzan los experimentados y bien organizados agricultores de Estados Unidos: el maíz convertido en etanol; los residuos de ese maíz convertidos en alimento animal con 26% de proteína; el excremento del ganado utilizado como materia prima para la producción de gas. Desde luego, esto es después de cuantiosas inversiones al alcance sólo de las empresas más poderosas, en las que todo se tiene que mover sobre la base de consumo de electricidad y combustible. Aplíquese esta receta a los países del Tercer Mundo y verán cuántas personas dejarán de consumir maíz entre las masas hambrientas de nuestro planeta. O algo peor: présteseles financiamiento a los países pobres para producir etanol del maíz o de cualquier otro tipo de alimento y no quedará un árbol para defender la humanidad del cambio climático.

Otros países del mundo rico tienen programado usar no sólo maíz, sino también trigo, semillas de girasol, de colza y otros alimentos para dedicarlos a la producción de combustible. Para los europeos, por ejemplo, sería negocio importar toda la soya del mundo a fin de reducir el gasto en combustible de sus automóviles y alimentar a sus animales con los residuos de esa leguminosa, especialmente rica en todos los tipos de aminoácidos esenciales.

En Cuba, los alcoholes se producían como subproducto de la industria azucarera, después de hacerle tres extracciones de azúcar al jugo de caña. El cambio de clima está afectando ya nuestra producción azucarera. Grandes sequías se vienen alternando con lluvias récord, que apenas permiten producir azúcar durante cien días con rendimientos adecuados en los meses de nuestro muy moderado invierno de modo que falta azúcar por tonelada de caña o falta caña por hectárea debido a las prolongadas sequías en los meses de siembra y cultivo.

En Venezuela, tengo entendido que usarían el alcohol no para exportar, sino para mejorar la calidad medioambiental de su propio combustible. Por ello, independientemente de la excelente tecnología brasileña para producir alcohol, en Cuba el empleo de tal tecnología para la producción directa de alcohol a partir del jugo de caña no constituye más que un sueño o un desvarío de los que se ilusionan con esa idea. En nuestro país, las tierras dedicadas a la producción directa de alcohol pueden ser mucho más útiles en la producción de alimentos para el pueblo y en la protección del medio ambiente.

Todos los países del mundo, ricos y pobres, sin excepción alguna, podrían ahorrarse millones de millones de dólares en inversión y combustible simplemente cambiando todos los bombillos incandescentes por bombillos fluorescentes, algo que Cuba ha llevado a cabo en todos los hogares del país. Eso significaría un respiro para resistir el cambio climático sin matar de hambre a las masas pobres del mundo.

Como puede observarse, no uso adjetivos para calificar al sistema y a los dueños del mundo. Esa tarea la saben hacer excelentemente bien los expertos en información y los hombres de ciencias socioeconómicas y políticas honestos que en el mundo abundan y que constantemente hurgan en el presente y el porvenir de nuestra especie. Basta una computadora y el creciente número de redes de Internet.

Hoy conocemos por primera vez una economía realmente globalizada y una potencia dominante en el terreno económico, político y militar, que en nada se parece a la Roma de los emperadores.

Algunos se preguntarán por qué hablo de hambre y sed. Respondo: no se trata de la otra cara de una moneda, sino de varias caras de otra pieza, como pueden ser un dado con seis caras, o un poliedro con muchas más caras.

Acudo en este caso a una agencia oficial de noticias, fundada en 1945 y generalmente bien informada sobre los problemas económicos y sociales del mundo: la TELAM. Textualmente, dijo:

"Cerca de 2 mil millones de personas habitarán dentro de apenas 18 años en países y regiones donde el agua sea un recuerdo lejano. Dos tercios de la población mundial podrían vivir en lugares donde esa escasez produzca tensiones sociales y económicas de tal magnitud que podrían llevar a los pueblos a guerras por el preciado ‘oro azul’.

"Durante los últimos 100 años, el uso del agua ha aumentado a un ritmo más de dos veces superior a la tasa de crecimiento de la población.

"Según las estadísticas del Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés), se estima que para el 2015 el número de habitantes afectados por esta grave situación se eleve a 3 500 millones de personas.

"La Organización de Naciones Unidas celebró el 23 de marzo el Día Mundial del Agua, llamando a enfrentar desde ese mismo día la escasez mundial del agua bajo la coordinación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de destacar la creciente importancia de la falta de agua a nivel mundial y la necesidad de una mayor integración y cooperación que permitan garantizar una gestión sostenida y eficiente de los recursos hídricos.

"Muchas regiones del planeta sufren una escasez severa de agua, viviendo con menos de 500 metros cúbicos por persona por año. Cada vez son más las regiones que padecen la falta crónica del vital elemento.

"Principales consecuencias de la escasez de agua son la insuficiente cantidad de ese precioso líquido para la producción de alimentos, la imposibilidad de desarrollo industrial, urbano y turístico y problemas de salud."

Hasta aquí el cable de TELAM.

Dejo de mencionar en este caso otros importantes hechos, como los hielos que se derriten en Groenlandia y en la Antártica, los daños en la capa de ozono y la creciente cantidad de mercurio en muchas especies de peces de consumo habitual.

Hay otros temas que pueden abordarse, pero simplemente pretendo con estas líneas hacer un comentario sobre la reunión del presidente Bush con los ejecutivos principales de compañías automotrices norteamericanas.

Marzo 28 del 2007

Fidel Castro
Tomado del periodico Granma.

Conversa Fidel con Chávez y Préval


CONVERSACIÓN TELEFÓNICA DEL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO CON LOS PRESIDENTES HUGO CHÁVEZ Y RENÉ PRÉVAL EL 12 DE MARZO DEL 2007. (19:37 HORAS)

COMANDANTE EN JEFE.- ¿Cómo estás, Yilliam?

YILLIAM JIMÉNEZ (Viceministra de Relaciones Exteriores).- Dígame. Bien, ¿y usted? Mire, aquí tengo al Presidente Chávez que pidió hablar con usted. Un momento, Comandante.

COMANDANTE EN JEFE.- ¡Figúrate tú!

PRESIDENTE CHÁVEZ.- ¿Cómo tú me interrumpes, si estoy hablando aquí con la Ministra de Industria de Haití...? Me estás interrumpiendo aquí...

COMANDANTE EN JEFE.- Porque yo soy un entrometido...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Siempre has sido un entrometido. Tú eres el culpable de toda esta revolución de gente que está en las calles.

¡Viva Fidel, carajo!

(Se escuchan exclamaciones de: "¡Viva!")

COMANDANTE EN JEFE.- Oye y todo lo que te digo se lo cuentas a todo el mundo. Bueno, pues he estado viéndolo todo...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- (Se ríe) ¿Qué le cuento?

COMANDANTE EN JEFE.- Todo lo he estado viendo. Y me han dicho que fue un ciclón en Haití.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- ¡Un ciclón aquí, es un ciclón...!

COMANDANTE EN JEFE.- Un mundo de gente...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Lamentablemente todavía no tenemos capacidad para salir en vivo, chico; no hemos podido sacar en vivo las imágenes, están grabadas y las sacaremos mañana.

COMANDANTE EN JEFE.- Espero que alguien las saque, porque es un crimen que nos hayamos perdido todo eso.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Es una lástima; pero, no, mañana deben salir por el Canal 8 y Telesur. Hemos grabado todas estas cosas.

¿Cómo estás tú?

COMANDANTE EN JEFE.- Bueno, pues yo muy bien. He seguido de cerca todo. No me he perdido un discurso de ninguno de los actos: Argentina, Bolivia, Nicaragua, Jamaica y ahora estoy esperando..., porque he visto unas poquitas cosas de ahí. Y a mí me parece todo realmente impresionante.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Todo el mundo está aquí a la expectativa mirándome a mí y al teléfono. Lamentablemente el teléfono no tiene altavoz, porque todos quisieran oír esa voz de trueno. Tú tienes una voz con una fuerza que nunca antes, jamás, Fidel...

COMANDANTE EN JEFE.- Esta la tengo yo no para conversar todos los días; esta es para hablar con ustedes.

Esta mañana tuve la visita de Gabo, que se me apareció por aquí. Está por aquí.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Ah, yo estaba llamándolo. No pude hablar con él.

COMANDANTE EN JEFE.- El otro día escuché tu discurso muy elogioso para él, muy generoso y muy bueno.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Tú sabes cómo lo queremos. Y ya te alcanzó: 80 años. Espérame, que yo te voy a alcanzar, me faltan nada más que 28 años. ¡Tú me esperas!

COMANDANTE EN JEFE.- La comparación está como para que yo pierda por nocao. (Se ríe).

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Oye, Fidel, aquí estamos en la casa de Gobierno, en el Palacio, que se parece a la Casa Blanca, por cierto (Se escuchan risas)... No quiero con esto ofender a Préval. Aquí tengo a Préval a un lado, pero estamos rodeados. Oye, me voy a asomar al balcón para que tú oigas el rumor de la gente. Nos tienen rodeados. A ver si tú oyes... ¡Una multitud está afuera allá, más allá de las rejas! (Exclama: ¡ey, ey!...) Oye, oye. (Exclama: "¡Viva Fidel!")

¡Allá está una multitud! Van a tomar el Palacio. Lazo está resistiendo aquí desde las dos de la tarde. ¿Qué le digo a esa gente, Fidel? ¿Qué le digo? ¿Qué mensaje nos vas a mandar hoy? Aquí está Préval.

COMANDANTE EN JEFE.- Ponlo, ponlo.

PRESIDENTE PRÉVAL.- Comandante en Jefe...

COMANDANTE EN JEFE.- Dígame...

PRESIDENTE PRÉVAL.- Hola, Comandante.

COMANDANTE EN JEFE.- Óyeme, se me había olvidado que el Español tuyo es perfecto. ¿Cómo estás, Préval?

PRESIDENTE PRÉVAL.- (Se ríe). Bien, bien. Estoy feliz de estar aquí con Martha, con Lazo, con Chávez.

COMANDANTE EN JEFE.- Me han dicho que es un gran día hoy, que hay una multitud enorme en las calles, que se han mezclado con ustedes.

PRESIDENTE PRÉVAL.- Es casi una revolución aquí. Es culpa tuya.

COMANDANTE EN JEFE.- Son ustedes que se han multiplicado.

PRESIDENTE PRÉVAL.- El maestro...

COMANDANTE EN JEFE.- Préval, son ustedes que se han multiplicado. Tienen un gran pueblo ahí, muy luchador, muy trabajador. Yo estoy esperando las vistas directas de la televisión para poder verlos.

PRESIDENTE PRÉVAL.- Fue un placer hablar contigo.

COMANDANTE EN JEFE.- Te agradezco mucho tener la oportunidad de saludarte un día como el de hoy, que es un día de hermandades, de unión, como dice Chávez.

PRESIDENTE PRÉVAL.- Sí.

COMANDANTE EN JEFE.- Y ahí está Lazo que tiene un entusiasmo tremendo y justificado.

Bueno, muchas felicidades, Préval.

PRESIDENTE PRÉVAL.- Bueno, Comandante, hasta luego.

COMANDANTE EN JEFE.- Bueno, salúdame a los haitianos...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Aló, Fidel, aquí estamos. Dime.

COMANDANTE EN JEFE.- A Préval le quería decir: saluda a los haitianos, felicidades por el gran día que significa hoy, día de unidad, y que pueden contar con sus hermanos venezolanos —bueno, yo no debo hablar en nombre tuyo—, con sus hermanos cubanos...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Claro que puedes hablar. Venezolanos y cubanos, tú puedes hablar en nombre mío.

COMANDANTE EN JEFE.- Yo te oigo a ti, pero no me atrevo (Se ríe)... Que pueden contar con todo nuestro apoyo y felices de estar ahí junto con ustedes. Felices de tener ahí al compañero Lazo, que es un superentusiasta de la lucha en el Caribe. Y a ti te felicito calurosamente. Y entonces estoy esperando la guirnalda que tú ibas a tirar desde el avión.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- (Se ríe). Oigan: yo le dije a Fidel que iba a lanzarle una guirnalda, y la está esperando. Te la voy a llevar en persona cuando me den luz verde.

COMANDANTE EN JEFE.- Sí.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Tengo la guirnalda y unos regalos que te mandaron de Argentina. Te mandaron un regalo de Bolivia también, de Nicaragua, de Jamaica. Todos te mandan abrazos. Y yo les digo a todos lo que es: que te estás recuperando y que seguiremos adelante.

COMANDANTE EN JEFE.- Es cierto. Y debo reiterarte que han sido brillantes tus discursos. Es una batalla ganada por muchos puntos, realmente.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Gracias, hermano. Muchas gracias, Fidel.

COMANDANTE EN JEFE.- Porque el esfuerzo que has hecho además pasará a la historia, el haber visitado en tan breve tiempo tantos países desafiando riesgos, desafiando el cansancio, desafiándolo todo. Te mereces el más fuerte de los abrazos. Es lo que pienso.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Yo lo que estoy tratando, junto a todo este grupo de compañeros, es de seguir tu rastro.

COMANDANTE EN JEFE.- Tenemos algunas pequeñas cosas hechas. Ellos te podrán informar. Lazo te puede informar, Yilliam te puede informar.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- De acuerdo.

COMANDANTE EN JEFE.- Hay un buen número de estudiantes haitianos de Medicina trabajando y también médicos cubanos.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Ahorita vimos a los médicos cubanos allí en la Plaza Bolívar.

COMANDANTE EN JEFE.- Cuenta con toda esa fuerza.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Sí, tenemos que potenciar lo que tenemos a un segundo piso, hay que hacer unas viviendas rápido para empezar a sustituir ranchos por viviendas, meter agua, energía eléctrica.

Yo le decía a René que pudiéramos repetir lo del Frente Miranda. Aquí hay mucha juventud en la calle, Fidel, como tú sabes, el 90 por ciento son jóvenes. Un Frente Miranda aquí, Frente Pétion, no sé cómo llamarlo, trabajadores sociales para organizar esta fuerza que es una bomba atómica lo que hay aquí. Jamás había visto yo esto, le dije a René. Sólo lo vi cuando salí de la cárcel, que la gente corría detrás de los carros, se caían. Jamás había visto yo esto en todos estos años, con tal fuerza, tal magnitud.

COMANDANTE EN JEFE.- Esto constituirá un aliento muy importante para ti dentro de la lucha que estás librando.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Para mí, claro.

COMANDANTE EN JEFE.- ¿Y nada se va a transmitir hoy?

PRESIDENTE CHÁVEZ.- (Se dirige a William Lara, Ministro de Información y Comunicación). William, ¿cómo hacemos para transmitir hoy? ¿Por qué no mandas un avión delante con eso, chico? ¡Vamos a inventar algo! No podemos esperar a mañana. ¿En cuánto tiempo de aquí a Caracas, en un avión pequeño...? ¿No tenemos un avión pequeño? (Le dicen que una hora y treinta) Una hora y treinta, Fidel. Te voy a decir algo: falta un cuarto para las siete. A las once de la noche, William, debemos estar saliendo ya con las primeras imágenes.

Hoy está cumpliendo años María Gabriela. Tengo que llegar antes de la medianoche para picarle la torta a mi muchacha, vale. Tú sabes cómo amo yo a esas muchachas y a esos muchachos...

COMANDANTE EN JEFE.- ¿Y tú piensas regresar hoy mismo?

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Sí, yo me voy. Le prometí a María llegar a la medianoche a picar la torta.

COMANDANTE EN JEFE.- Bueno, llegarás a la media madrugada de todas maneras. Aquí en este momento con la hora nueva son quince minutos para las ocho de la noche.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Aquí es una hora menos.

COMANDANTE EN JEFE.- ¿Es de día todavía ahí? Ya debe ser de noche.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Ya aquí está oscuro. Oye, ¿pero sabes qué te digo, Fidel? Yo no había venido a Haití y me han impresionado las bellezas de la isla, el agua, las costas, las playas, y la inmensidad de esta bella ciudad. Es una ciudad hermosa y gigantesca, extendida, como tú sabes, sobre esta planicie al pie de la montaña. ¡Bella esta ciudad! Un potencial muy grande hay aquí, Fidel.

Yo le dije ahora mismo a René que es importante que se incorpore al ALBA inmediatamente, y hacemos el acto cuando tú estés listo, Fidel. Evo mandó a decir eso: que él quiere que hagamos el acto ahora en abril para incorporar a algunos caribeños; y con Préval pues incorporado al ALBA activamos el fondo y activamos lo de las viviendas, y todo lo que estamos haciendo nosotros dos, pues.

COMANDANTE EN JEFE.- Es una página inédita en la historia lo que está ocurriendo en estos momentos.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Sí, lástima que tú no estás viendo..., pero ya verás esta noche o en la madrugada algunas imágenes. Ya te contará Lazo. Ahora vamos a reunirnos para revisar los temas.

COMANDANTE EN JEFE.- Por lo menos me imagino. Uso la imaginación para verlo todo.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Sí.

COMANDANTE EN JEFE.- Bien, Hugo, no te quiero robar más tiempo.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Tú sabes que nunca nos robas tiempo.

COMANDANTE EN JEFE.- ¡Un millón de felicidades!

PRESIDENTE CHÁVEZ.- ¡Vamos a darle un aplauso a Fidel! (Se escuchan los aplausos de los presentes).

¡Viva Fidel!

(Exclamaciones de: "¡Viva!" y aplausos)

COMANDANTE EN JEFE.- Y felicidades para María.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- A María le daré un abrazo de tu parte. Sí, le voy a decir.

Mira, Fidel, en nombre de millones y millones y millones te decimos esto: Camarada, ¡Hasta la victoria...!

(Se escuchan exclamaciones de ¡Siempre!)

COMANDANTE EN JEFE.- ¡Hasta la victoria siempre!

PRESIDENTE CHÁVEZ.- ¡Socialismo o...

(Se escuchan exclamaciones de "Muerte")

¡Patria o...

(Se escuchan exclamaciones de "Muerte")

COMANDANTE EN JEFE.- (Se ríe) ¡Socialismo o muerte! Me estoy riendo porque estoy copiando la consigna tuya.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- ¡Venceremos!

COMANDANTE EN JEFE.- ¡Venceremos!

Okey...

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Te voy a ver pronto...

COMANDANTE EN JEFE.- Okey... Hasta pronto.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Un abrazo, hermano.

COMANDANTE EN JEFE.- Un abrazo.

PRESIDENTE CHÁVEZ.- Hasta pronto. Un abrazo.

Tomado de Granma.

Yo le dejo a Cuba mi corazón

Palabras de Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en su encuentro con el Comandante en Jefe. Enero 30 de 2007, “Año 49 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

29 de enero, 3:00 de la tarde. Llegamos a la 1:00 p.m., conversamos dos horas de distintos temas.

Buen humor, buen rostro, buen ánimo, una claridad —como siempre— en las ideas, el análisis, el problema mundial, el problema de la energía, la crisis energética mundial, Fidel tiene una gran preocupación por eso.

Revisamos datos sobre la marcha de la revolución energética, el tema del petróleo, las amenazas del imperio contra el mundo, y los potenciales nuevos conflictos, de los que hay que estar pendientes, y, como siempre, una gran generosidad, una gran calidad humana.

Ahí está Fidel de pie, completo, y pido a Dios que siga recuperándose.

Yo le dejo a Cuba mi corazón y el más grande sentimiento de complacencia, de alegría, de júbilo incluso diría, por conseguir a Fidel como lo he conseguido, y quiero extender ese reconocimiento a todos: sus familiares, compañeros, compañeras, los médicos, enfermeros, porque sé del gran esfuerzo que están haciendo.

Fidel ha dicho hace unos días que esta batalla no la hemos perdido, yo diría más: la estamos ganando y la ganaremos.

¡Hasta la victoria siempre!

¡Venceremos!

¡Patria, Socialismo o Muerte!

Tomado del periodico Granma.

Tomado del periódico Granma

Quince cualidades de Fidel

Quince cualidades de Fidel

Queridos amigos, desde los demás diversos confines de la Tierra, han venido no solo a celebrar el cumpleaños 80 de Fidel, sino también a dar un nuevo testimonio de solidaridad y de cariño con la Revolución Cubana, con el pueblo noble y generoso que ha desafiado tempestades, bloqueos y agresiones sin perder el optimismo, sin que le hayan podido matar la esperanza y la alegría, y los recibe a ustedes, en este momento peculiar de nuestra historia en el que los cubanos, tranquilos, firmes, esperanzados, acompañamos la convalecencia de Fidel, hecho inédito en estas casi cinco décadas de bregar, porque Fidel ha tenido, además, la suerte de una salud de hierro, que probablemente es el resultado de un cuerpo obligado por la idea a ni siquiera tener derecho a enfermarse, y ha podido capear enormes tensiones, con apenas algún que otro eventual catarro o padecimiento menor. Por lo tanto, estos meses han sido para nosotros una experiencia nueva, y nuestro pueblo los ha enfrentado con una madurez y una confianza en sí mismo, que se inscribe ya también como un resultado de las enseñanzas y el ejemplo de Fidel, y como una página de aprendizaje para las actuales y futuras generaciones de cubanos; nuestro pueblo, en esta circunstancia peculiar, le da más valor a la presencia de ustedes entre nosotros.

Sabemos el esfuerzo personal que cada uno ha hecho para estar aquí, y créanme que hablando no como Ministro del Gobierno Revolucionario, sino como hijo de este pueblo, sentimos en la presencia de ustedes aquí un deseo especial de alentarnos, de darnos fuerza, además de venir a celebrar y a desear mejoría y felicidad al compañero Fidel.

Cuando pensaba qué decir esta tarde tenía dudas, porque la mayoría de los que están aquí han visitado probablemente Cuba otras veces, son cercanos al tema de las luchas de la Revolución Cubana, de la acción solidaria que desde su triunfo ha ejercitado y que desde antes de su triunfo había proclamado. Muchos han dicho aquí las palabras que yo no podría ni improvisar ni decir aunque lo intentara. Muchos nos han hecho un nudo en la garganta a los que estamos aquí y a los millones de cubanos que por la televisión han podido seguir los debates que han tenido lugar en estos paneles.

Por lo tanto, más que intentar un discurso hecho y rehecho, y tratar de revisarlo intentando la perfección, o arreglarle los mínimos detalles, decidí que mejor era abrir en torrente los sentimientos y decir lo que cualquier cubano, en cualquier esquina de Cuba, podría decirles a ustedes sobre lo que para nosotros es Fidel, la Revolución y nuestra independencia, que, a fin de cuentas, todo eso es lo mismo y está profundamente mezclado hoy y para siempre.

De ahí que garabateé estas ideas, que no pretenden, por supuesto, dictar cátedra ni dar por concluido este tema, y que tienen la virtud solo de la honestidad, el respeto y el cariño por ustedes, que han venido a testimoniar en nuestra patria sus simpatías con nuestra lucha, su firme creencia en nuestra capacidad de defender ahora y en el futuro, y de hacer trascender más allá de nuestras vidas, las ideas por las que hemos luchado.

Por eso identifiqué 14 ó 15 ideas que considero que, siendo cualidades personales de Fidel, han terminado siendo cualidades de la Revolución Cubana e incluso del pueblo cubano, porque un aporte indiscutible del bregar y el magisterio de Fidel en estos casi 50 años es que algunas de sus cualidades, de sus concepciones y de sus ideas han terminado siendo parte de una nueva nación, que es la Cuba que tomó la herencia, por supuesto, que tiene de los siglos anteriores, pero que está marcada por los últimos 50 años, en que una profunda, genuina y autóctona revolución social se llevó a cabo y se defendió victoriosa en esta pequeña isla.

La primera cualidad que considero que Fidel aportó a la Revolución y que es hoy centro y brújula de la acción de nuestro pueblo es su concepto de la unidad, el aporte de Fidel a la unidad; la unidad como condición básica para la defensa y la sobrevivencia de una revolución e incluso para el triunfo de una idea. No puede triunfar una idea, por justa que fuere, si no se unen los que creen en ella para sumar y defender juntos la idea.

La Revolución Cubana se salvó, se ha salvado y se ha mantenido victoriosa porque supo construir y defender la unidad, y solo podrá permanecer y salvarse en el futuro si conserva la unidad.

Otras revoluciones se perdieron precisamente porque faltó la unidad; porque en el momento culminante en que surgen, como es natural en procesos de tal intensidad y de tanta hondura, divergencias, puntos de vista distintos, pueden hacer que se fracture la unidad, o que no fragüe en el momento y la hora en que era necesario y pueden dar al traste con una revolución.

La unidad en Cuba es especialmente el aporte del carácter y las ideas de Fidel. No es una unidad lograda a base de la imposición de los criterios de un hombre o de un grupo, sobre otros hombres y otros grupos.

En esta sala hay sentados algunos de los protagonistas que podrían, con más autoridad que yo, dar fe de cómo surgió en Cuba la unidad de las fuerzas revolucionarias, la construcción de un solo Partido como garantía de la continuidad de la Revolución, y cómo este no es el resultado de la persecución de los que tenían la opinión distinta, o de la imposición, o del negociado de las cuotas de poder o participación, sino el resultado de un proceso que está íntimamente ligado a la personalidad y al aporte de Fidel.

Eso que surgió al calor de la Revolución es hoy cualidad de los revolucionarios cubanos y el pueblo cubano, y dondequiera que haya uno de nosotros estará propugnando siempre la unidad. Surgen, como es lógico, entre nosotros, a veces, disensiones —broncas les llaman en Cuba—, pero siempre todos bajo la idea definitiva y clave de que la unidad es precondición para el triunfo y la victoria. Ese es un aporte de Fidel. Eso no fue así en Cuba antes de Fidel.

Anteriores guerras y jornadas de lucha por los derechos del pueblo cubano a la independencia, a la soberanía se frustraron por la falta de unidad. La primera gran guerra de los cubanos por su independencia del poder colonial español, que duró 10 años de cruenta lucha, entre 1868 y 1878, se frustró por la falta de unidad, y había en ella líderes y hombres con no menos compromisos y no menos cualidades que Fidel; sin embargo, aquella guerra heroica no terminó en el triunfo, en particular, por la falta de unidad, y muchas otras veces eso ocurrió en la historia de la Revolución Cubana hasta el momento en que Fidel convirtió en tarea esencial —desde su modestia, desde su capacidad de escuchar a los otros, desde su capacidad de convencer, persuadir y no imponer o dictar— la construcción de la unidad.

Cómo sería para que un hombre como el Che Guevara decidiera aquella noche en la casa de María Antonia, en México, sumar su vida a aquella epopeya después de conocer a Fidel, solo en la primera conversación, un hombre de la agudeza del Che, del nivel, de la capacidad, la honestidad y la pureza del Che, cómo pudo aquella noche, en la primera conversación, decidir seguir a aquellos hombres que proponían la idea que parecía imposible: venir en un pequeño barco a Cuba a desarrollar una lucha guerrillera y derrotar a un ejército apoyado por Estados Unidos que tenía nada más y nada menos que 80 000 hombres, 1 000 por cada uno de aquellos expedicionarios que se lanzaron al Granma...

No sé si a ustedes les ha pasado, si alguna vez han intentado pararse frente al yate Granma y contar a ver cómo es posible que 82 hombres, más las armas y el parque quepan en aquel pequeño barco diseñado para 12 ó 15 pasajeros. Dicen que cuando el barco sale de las tranquilas aguas del río, en la noche oscura, a las 2:00 de la mañana, el Che preguntó: "¿Pero, bueno, cuándo llegamos al barco en que iremos hacia Cuba?" (Risas.) Creía que el Granma era el barquito en el que llegarían al barco más grande. Eran secretos los preparativos, lógicamente, era muy compartimentado todo, y el Che, y seguro que otros lo pensaron aunque no preguntaron, creía que habría un barco más grande para viajar a Cuba.

Hoy es un día en que se cumplen 50 años de aquel navegar. Un día como hoy faltaban todavía dos días para llegar a Cuba.

La unidad es la primera idea que anoté entre mis garabatos; la segunda, la ética.

La ética. Aquí se dijo —creo que fue Gilberto López y Rivas—, que Fidel y la Revolución Cubana habían convertido la ética en razón de Estado. La ética tiene raíces en el pensamiento de Martí, pero es la práctica de Fidel a lo largo de 50 años lo que convierte la ética en una cualidad imprescindible de la Revolución Cubana. Con la práctica de Fidel y la concepción de la ética como componente esencial de la actuación política y revolucionaria, no se asume la idea de que el fin justifica los medios. Para Fidel, el fin no justifica los medios. No se puede lograr el objetivo o la victoria a cualquier precio. Es por eso que no se ha torturado nunca en Cuba a un prisionero, aun cuando su conocimiento valioso, la información que podía dar, hubiera podido evitar otros crímenes, hubiera podido evitar un nuevo ataque terrorista.

Los viejos combatientes cuentan esa prédica de Fidel a los luchadores cubanos, a los combatientes de la Seguridad, muchas veces los fundadores eran campesinos que recién se alfabetizaban. Nadie recuerda nunca la idea de que se permitiera, se estimulara, se tolerara la idea de la tortura o del asesinato como método de lucha, y por eso la Revolución Cubana hizo el centro de su actuación la derrota del ejército enemigo y de sus tropas invasoras, y no acudió a otras tácticas de lucha, ni "al ojo por ojo y diente por diente".

La ética hizo a los revolucionarios cubanos, pese a la propaganda adversa y tendenciosa, hacerse querer, y respetaron siempre la idea de que no se les podía confiscar a los campesinos lo que tuvieran, y el pequeño ejército guerrillero, hambriento y descalzo, pagaba a los campesinos la gallina o el poco de arroz y frijoles que pedían para su sustento.

La idea de que se pierde la autoridad moral si falta la ética en la actuación, es un aporte indiscutible de Fidel a la Revolución, y en momentos de enfrentamientos muy duros, porque hay que recordar que más de 3 500 cubanos cayeron víctimas de actos terroristas y que en Cuba hay más de 2 000 cubanos con limitaciones físicas debido a bombas, a actos terroristas, a bombardeos contra poblaciones civiles de la aviación o de buques en las costas, la ética presidió siempre la actuación de la Revolución.

Eso es Fidel, y por eso la Revolución se defendió, pero dentro de unos límites en los que no cupo nunca la idea de imitar los métodos del enemigo o de que, como ya dije, el fin justifique los medios. Ese es un aporte de Fidel, los cubanos lo saben bien.

Se le pueden llevar a Fidel propuestas de cómo actuar, pero se sabe de antemano que si se le propone salirse un milímetro de lo que constituye la ética, los principios, las ideas en las que la Revolución cree, se obtendrá, cuando menos, una negativa, y casi siempre un huracán de ideas.

La tercera, el desprendimiento. El desprendimiento de Fidel por las cosas materiales, por los homenajes, por las vanidades de los que todos —dicen— llevamos algo dentro, en Fidel alcanza categoría de cualidad esencial. No es solo su conducta personal, casi espartana; no es solo su total ausencia de vanidad. Dicen que pudo ser un excelente abogado, brillante estudiante; dicen sus primeros compañeros de bufete —acabados de graduar de la Facultad de Derecho, fundaron con él un bufete otros dos compañeros de estudio— que rápidamente propusieron a Fidel dejar el bufete y dedicarse a otra cosa, porque los contrataba un rico dueño de un terreno para hacer un pleito para desalojar a unos pobres que estaban en las tierras, y Fidel terminaba defendiendo a los pobres y el bufete perdía el contrato (Risas).

Pero ese desprendimiento de Fidel terminó siendo cualidad esencial de la Revolución Cubana. Aquí se han dado hoy testimonios: la idea de la solidaridad entregada como deber y no como arma de influencia política. Por eso uno y otro testimoniante dijeron aquí: "Cuba ayudó sin pedir nada a cambio".

Muchas veces en el mundo se ayudó, pero a cambio se pidieron favores o la toma de determinadas decisiones. Nadie puede decir nunca, no hay un solo ejemplo, que la Revolución Cubana pidió algo a cambio. Ejerció generosa y puramente la solidaridad; entregó no lo que le sobraba, sino compartió lo que tenía sin pedir nunca nada a cambio, y yo creo que eso explica la presencia de ustedes y de muchos como ustedes que quizás no han podido estar aquí.

Nos podemos equivocar como todo ser humano, nuestra obra no es perfecta; podemos errar y de hecho lo hacemos, pero no nos hemos equivocado nunca, pienso, en el ejercicio de la solidaridad como deber, y nunca como instrumento del interés. Esa es una cualidad que alcanza hoy al pueblo cubano, al que se le reconoce por los visitantes. Fue, quizás, cualidad en sectores de nuestra población, algunas de esas cualidades estaban en la idiosincrasia del cubano; pero en la Revolución la idea de compartir se hizo masiva. Por eso, en Cuba se hizo un festival de estudiantes y de jóvenes, en un momento de crisis muy dura del periodo especial, alojando a los visitantes en las casas. Por eso todo el mundo reconoce como cualidad del pueblo y de la Revolución la idea del compartir.

Tenemos otros defectos, pero no el de la falta de desprendimiento, y por eso hemos defendido como pueblo la idea de que vale más la dignidad y la independencia que las cosas materiales; por eso no hemos pactado ni hemos negociado nuestro derecho a ser libres rindiéndonos para que nos levanten el bloqueo, y por eso hemos sabido decir que no, y yo creo que eso es esencialmente el resultado de un magisterio y un aporte de Fidel.

En cuarto lugar, la coherencia. No es solo que si usted lee lo que Fidel dijo en el año 1961 sobre un tema encontrará, con admiración y sorpresa, que son ideas que volvió a repetir muchas veces —no todas, porque hay cosas que cambian, lógicamente—, sino que cuando hablo de la coherencia, hablo, por ejemplo, de que nunca un diplomático cubano ha tenido que defender en una tribuna una causa en la que no cree, un principio con el que no esté de acuerdo. Nunca un diplomático cubano ha tenido que pasar la dura y amarga experiencia que nosotros vemos a diario en otros diplomáticos, de tener que decirle a alguien: "Perdóname, yo no estoy de acuerdo con eso que me mandaron a decir; mi gobierno me mandó a decir eso, pero yo personalmente no estoy de acuerdo", nunca hemos sido puestos en esa situación. Y digo un diplomático, puedo decir cualquier representante de nuestra Revolución, de nuestro pueblo.

La idea de que la Revolución ha tenido una coherencia en los principios y de que nunca nos ha puesto en la disyuntiva de si defender un principio en el que creemos o responder a una razón de Estado. La coherencia ha sido también razón de Estado en Cuba y los principios por encima de los intereses han sido también razón de Estado en la Revolución Cubana. Eso es obra de Fidel.

El ejemplo personal es la quinta de mis anotaciones.

Fidel entronizó en Cuba la idea de que no se le puede pedir a la gente lo que uno no está dispuesto a hacer antes. Quizás uno no lo hace, pero los que lo siguen tienen que saber que uno está o estuvo dispuesto a hacerlo. Por eso Fidel, desde que recibió al primer ciclón en Cuba, después del triunfo, en el lugar probable por donde el ciclón llegaría —y lo hizo así durante 45 años y el pueblo lo vio allí, en el medio del huracán, dirigiendo, arriesgándose con los que estaban ahí—, desde ese momento lo convirtió en práctica para los cubanos.

No hay un dirigente cubano que no esté cortado con esa tijera, que no entienda la idea de que el ejemplo personal es esencial y es deber, y que los jefes han de ir delante; que los jefes solo tienen derecho a más sacrificio, y que el único privilegio que puede dar un cargo o una militancia en Cuba, porque militar en nuestro Partido es resultado de un proceso que incluye también el que los compañeros, la masa de los que no son militantes, consideren que ese aspirante tiene ejemplaridad y autoridad suficientes, por eso no es masivo nuestro Partido; la idea de que militar en el Partido de la vanguardia o tener una responsabilidad da solo derecho a más sacrificios y más restricciones, es un legado de Fidel. Por eso no hubo en Cuba combate, huracán, trabajo que requiriera sacrificio y esfuerzo, en el que Fidel no estuviera.

Bueno, las misiones internacionalistas; por razones obvias Fidel no podía salir. No tuvo el privilegio que tenía el Che, era un compromiso con él desde aquella conversación de México de que un día no se le reclamarían esas razones. La misión internacionalista de Fidel fue convertir a Cuba, como se dijo aquí, no en una isla perdida en el mar, sino en tierra firme para todos los que lucharon por la justicia y la dignidad en cualquier parte del mundo.

El ejemplo personal, la autoridad que emana de ir delante, de dar el ejemplo, de guiar con la actuación propia es un aporte de Fidel; la idea de que uno no se puede quedar atrás y lanzar a los otros porque después no habría cómo mirarles a los ojos.

Recuerdo cuando Fidel dijo: "Yo veo a los hombres de mi escolta que se preparan para si un día hay un nuevo atentado contra mí; se preparan para evacuarme a mí, sacarme del lugar, y ellos quedarse allí combatiendo. Yo los dejo, no les digo nada, pero ellos no saben que el día que eso pase, a mí hay que matarme allí junto con ellos, porque después, ¿con qué cara yo podría venir a mirarlos si los dejo combatiendo por mí en el lugar?" (Aplausos.)

Esa cualidad llevada a todos los actos de la vida ha sido una de las razones esenciales de la autoridad de Fidel en Cuba y explicación del cariño del pueblo por él. El pueblo sabe, el pueblo sabe más de cuatro cosas y no puede ser engañado; y al cubano, que conoce el sacrificio, pero conoce también —y es un elemento de su nacionalidad— el disfrute del placer, que es alegre, es expansivo, le gusta la fiesta, le gusta la alegría y la disfruta, y está dispuesto a renunciar a ella, y lo ha hecho más de una vez, pero al cubano no le gusta que lo engañen, o que lo manden delante y se queden detrás.

Para guiar a este pueblo hay que encabezarlo, y encabezarlo quiere decir ir en la punta de la vanguardia (Aplausos). Ese es un legado de Fidel, es el resultado del magisterio de Fidel, porque no es que cuatro o cinco lo hagan como él, eso ha alcanzado la masividad, se ha convertido en fenómeno de masas, y vale tanto para una fábrica como para una empresa agrícola o un ministerio del gobierno. Los jefes tienen que ir delante, los jefes dan el ejemplo, guían el camino con su conducta personal.

El Che, ministro del gobierno del que Fidel era Primer Ministro, es paradigma.

En sexto lugar, la verdad. La verdad es el arma; la verdad, condición para ser respetado.

Recuerdo cuando se le propuso no decir una parte de la verdad. Él no estuvo de acuerdo, se le insistió: "Pero, bueno, no decir toda la verdad no es decir mentira". Fidel dijo: "Bueno, cuando no se dice toda la verdad, eso es una media verdad, y estamos hablando de decir la verdad", y por eso nunca el enemigo ha podido hacer con nosotros lo que tantas veces nosotros hemos hecho, que es decir: "Mire, miente; aquí está la prueba de que usted miente". Nunca la Revolución ha tenido la debilidad de tener que reconocer una mentira. Esa es práctica y enseñanza de Fidel.

En séptimo lugar —escribí aquí en mis desordenados garabatos— la sensibilidad. Fidel trasladó esa cualidad personal a las políticas y a la actuación de la Revolución.

Recuerdo que cuando siendo su joven e inexperto ayudante o secretario, en el año 1992 ó 1993, yo, abrumado por el hecho de que era la media noche, y había no menos de 30 visitantes que querían reunirse con Fidel, y yo veía que eso no era posible, y después de una reunión larga y agotadora, Fidel no había comido en todo el día, de una en otras reuniones; estábamos en pleno periodo especial, eran muy duros los años: los apagones, la falta de electricidad, de alimentos, de medicamentos, el país puesto ante el reto de enfrentar una situación inédita y repentina que cortó el 85% de nuestro comercio exterior, lo que nos hizo tener que buscar nuevos mercados, todo eso bajo la presión de un bloqueo que se hizo más duro en aquellos años, Fidel no paraba, era el día entero... Así cumplió sus 70 años en el año 1996, aquí con Guayasamín, que le hizo aquel retrato de las manos, y Fidel le protestó durante el retrato: "¡Pero, Oswaldo, esas manos que me estás pintando están muy flacas y muy pálidas!". Y Guayasamín le decía: "¿Pero es que no entiendes, Fidel? Estas no son manos, ¿no te das cuenta?, son palomas, son puras, nunca han robado ni se han manchado de sangre" (Aplausos).

En esos años duros era uno de esos días, y yo le dije: "Mire, tiene estos visitantes, le propongo ver a este mañana, a este otro..., y ahora le propongo que vaya a descansar. Solo quedaría sin resolverse este señor, Trudeau, que se va mañana, a primera hora" —el ex primer ministro canadiense, había venido a Cuba, lo unió siempre una amistad con Fidel—, y dice Fidel: "Pero, ¡cómo! ¿Está aquí Trudeau y tú no me lo has dicho? Y se va mañana, ¡tengo que verlo!". Digo: "Pero, bueno, es que son muchos; además, usted no ha comido hoy en todo el día". Dice Fidel: "No, hay que verlo". Digo: "Pero, bueno, mire, además, él no es ya Primer Ministro", dije yo. Aprendí ese día para siempre la lección (Risas); pero ese día dije: "Si en definitiva él es un ex primer ministro. Si él fuera el Primer Ministro... pero él fue, ya no es...". Y Fidel dio media vuelta y a dos milímetros de mi cara me dijo: "Nunca más me propongas eso; no me interesan los cargos, sino los hombres. Es más, me interesan más los hombres cuando no están en los cargos" (Aplausos).

Esa sensibilidad no es la cualidad de un hombre o de unos pocos hombres o mujeres, me refiero a cómo eso caló profundamente junto con la obra social de la Revolución.

Esa sensibilidad fue la que hizo a Fidel entrar al cuarto donde Ana Fidelia Quirot, la corredora destacada, la campeona cubana de atletismo, se debatía entre la vida y la muerte y llevó a Fidel a ocuparse con pasión de salvarle la vida a Ana Fidelia. Esa sensibilidad personal, esa capacidad de sentir por los otros, de sentir como propio el dolor o la angustia de otros es una cualidad que Fidel convirtió en patrimonio de millones en Cuba.

En octavo lugar —no sé si demoro y abuso de ustedes, no están organizadas estas ideas y me da pena (Aplausos)—, la modestia y la ausencia total de vanidades. Por eso Fidel usa en lo esencial el mismo uniforme, muchas veces raído. Por eso no hay una condecoración en el pecho de Fidel, por eso nunca ha tenido una condecoración, y solo su autoridad personal hizo que compañeros con muchos méritos en Cuba aceptaran recibirla; por ejemplo, Raúl y Almeida aceptaron solo la estrella de Héroes de la República de Cuba que llevan hoy en sus pechos, porque Fidel impuso su argumento y su persuasión, porque no la querían recibir, decían: "Si Fidel no la ha recibido", y Fidel los convenció. Bueno, se sabe que el que se deje tirar el brazo de Fidel por el hombro y oiga sus argumentos, con mucha probabilidad será convencido (Risas).

Fidel ha hecho de esa modestia, de esa ausencia total de vanidad una aspiración para nosotros.

A Tomás Borge, que está sentado aquí y que dijo en la mañana palabras que nos emocionaron a todos, Fidel le recordó la frase de Martí: "Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". Esa ha sido su brújula, esa ha sido la frase siempre lista para ser citada de memoria por Fidel, no como consigna vacía, sino como práctica permanente en su vida. Por eso su grado es el que tenía en la Sierra, grado de Comandante; por eso el pueblo le dice Fidel, y es cuando él se siente más cómodo, cuando le dicen Fidel, no cuando le citan los cargos.

Por eso Fidel se ha enfrascado en una discusión profunda sobre un tema de medio ambiente con el chofer de un automóvil, o con el camarero de un hotel adonde ha ido, tomándolo totalmente en serio.

Por eso Fidel nunca ha dicho: "No, esta persona no está a mi nivel para discutir conmigo"; Fidel está ausente de todo eso. Por eso Fidel nunca ha creído en ningún protocolo y por eso el protocolo que se usa en Cuba más o menos es el que acomoda a esta sensibilidad. Hoy está más organizado, pero, bueno, Fidel nunca ha aceptado la idea de que no se puede ir a ver a un visitante, por razones protocolares, por eso se apareció la noche antes en que el visitante iba a ser recibido oficialmente y por eso esa cualidad de tener una ausencia total de vanidades. La modestia como conducta diaria, que millones de cubanos aspiramos a imitar y tomamos como modelo hoy, es un aporte de Fidel también a las cualidades de nuestra Revolución, diría que de nuestra nación.

En noveno lugar escribí: "El deber de un político revolucionario es aprender", por lo tanto, en Fidel la curiosidad infinita, las cien y mil preguntas de un tema hasta saber los detalles; el afán de leer que llevó a que siempre haya un libro a mano en su auto con una pequeña lamparita. El afán de leer, de estudiar; no es solo afición por los libros o por un tema, sino deber de revolucionario y de político.

En Fidel aprender, saber, leer, estudiar, es deber y no solo afición o hobby, y por eso dondequiera que él esté hay libros, pero en la oficina usted puede abrir los libros que dicen: "Teoría del pasto y el forraje para el ganado", porque era el pueblo en el gobierno intentando mejorar la ganadería, producir, multiplicar los panes y los peces. Usted toma cualquiera de esos libros y tiene las anotaciones de Fidel: "Ojo, revisar; debo ver esto con Fulano; preguntar en la universidad el resultado del estudio". Así ve: Teoría del pastoreo, André Voisin; Mejoramiento de suelos; Indicadores principales de la industria mecánica. Cualquier tema de la biología, la química está ahí, no como afición para tiempo libre, sino como escalón de aprendizaje para un revolucionario que considera aprender y saber, un deber y no una afición.

En décimo lugar escribí: "El rigor personal", la aspiración a la perfección no como asunto de vanidad personal, sino de deber con sus responsabilidades. Por eso en lo que esté involucrado Fidel, él tratará de que eso sea lo mejor. Muchas veces lo que él hizo no se sabe; muchas veces me han felicitado por un discurso, la mitad del cual o las dos terceras partes las escribió Fidel; claro, no lo puedo decir ahí donde lo digo, porque sería un problema, pero... (Aplausos).

Muchos de nosotros hemos sido testigos de esa aspiración de Fidel, muchas veces anónima, no ligada a la vanidad ni mucho menos, y que no es ni será reconocida, porque no se sabe.

Su aspiración a que las cosas queden bien; ese rigor, ejemplar para nosotros, de hacerlo bien, porque es el compromiso con el pueblo, porque es la manera de ayudar a la causa que estamos defendiendo, porque es lo que nos toca hacer como revolucionarios o como cuadros en la Revolución.

En onceno lugar: "La derrota no es tal hasta que no es aceptada", mientras que no se acepte se está en plena lucha para revertir la derrota y es solo episodio temporal que podrá ser convertido en victoria. Esa es una cualidad —en Cuba dicen: "A Fidel no le gusta perder ni a las postalitas"—, la idea de que no se acepta la derrota, y yo creo que eso es cualidad hoy, más allá de Fidel, de los revolucionarios cubanos, de nuestro pueblo. Por ahí se dice: "Ustedes los cubanos son como son", y por eso los atletas y por eso nuestro pueblo, y la idea de que se puede hacer más, de que no se acepta la derrota.

García Márquez escribe en su prólogo al libro de Gianni Miná, al que veo allí en el público, que la idea de Fidel de no aceptar la derrota es lo mismo si es para ensartar una aguja que para librar una batalla en Angola a 10 000 kilómetros, y lo intentará una y otra vez hasta que logre hacerlo. Ese no es el ejemplo que él cita, pero es algo así como eso. Eso ya es una cualidad de la Revolución.

Si no hubiéramos creído en que la victoria es posible mientras se luche por ella y se crea en ella, quizás no estaríamos aquí, no habríamos resistido casi 50 años de bloqueo, agresiones, actos terroristas; la agresión de la potencia imperial más poderosa que ha existido en la historia.

A la pregunta de cómo pudo resistir el pequeño país cuando se quedó solo —porque durante 30 años hubo el apoyo de la Unión Soviética, pero después, en los últimos 15 años, solos nosotros aquí; muchas veces los amigos creían que no era posible que pudiéramos enfrentar la adversidad que vino ante nosotros—, habrá que responder: Porque Fidel convirtió en patrimonio de millones en Cuba, la idea de que la derrota no es tal hasta que no se acepta, de que siempre existe la posibilidad de revertir una derrota temporal. Por eso el Granma no terminó en derrota final, fue solo derrota temporal, como antes lo había sido el Moncada. Y siempre fue el volver a empezar, el empezar de cero otra vez, y por eso estamos aquí.

Número doce, escribí: "La aspiración a la justicia para todos". Hay quienes aspiran a la justicia solo para sí mismos, luchan quizás por ser ricos o por alcanzar una determinada meta personal; hay quienes piensan en la justicia para su familia o para su entorno más cercano, digo la justicia entendida como el logro de las metas. Hay quienes la han aspirado incluso para su pueblo, para su nación; pero para Fidel la idea de luchar por la justicia no tiene fronteras y por eso ha luchado por ella no solo para los cubanos, que ya era bastante: el sentido de dedicar su vida a la lucha por la justicia de un pueblo, sino la ha convertido en causa universal.

Por eso cuando en Cuba había 6 000 médicos y 3 000 se fueron, estimulados, pagados por el gobierno de Estados Unidos que trató de que no quedara ninguno, quedaron 3 000 médicos en Cuba en el año 1959 —eran 6 millones los cubanos—, ayer se recordaron aquí las palabras de Fidel: "Formaremos muchos médicos". Hoy tenemos 25 médicos por cada uno de aquellos que se fueron, y Fidel dijo: "Formaremos, porque los necesitaremos en Cuba y en el resto del mundo". Si esa idea de aspiración universal a la justicia no hubiera estado presente, Cuba no tendría hoy casi 30 000 colaboradores de la salud, de los cuales 21 000 son médicos, trabajando en 69 países.

Por eso esa aspiración a la justicia para todos, más allá de nuestra tierra, de nuestra nación, de nuestra condición de Estado, hace que los científicos cubanos trabajen arduamente, y Fidel ha estimulado todos esos proyectos personalmente, por una vacuna contra la malaria, que es una enfermedad que no existe en Cuba.

Las transnacionales no gastan dinero en investigación para eso, porque dan más dinero los productos cosméticos o las pastillas para bajar de peso, que las vacunas contra la malaria, porque esas son medicinas de pueblos pobres y, por lo tanto, no están destinadas a tener un gran mercado. Los científicos cubanos han trabajado por vacunas para curar enfermedades que no existen en Cuba, y trabajan hoy bajo la idea de que la aspiración a la justicia es a la justicia para todos, y creo que eso es una enseñanza y un aporte también de Fidel.

Número 13, escribí aquí, "la fuerza de las ideas". La convicción personal, que es martiana también, de que una idea justa, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército. Por eso nuestra batalla se llama batalla de ideas, el terreno clave donde librar la lucha.

En el número 14 escribí otra cualidad de Fidel que se ha trasladado, digamos, como patrimonio de nuestro pueblo, "la idea de que nunca ha dejado de sentirse un ser humano". A Fidel, ni el reconocimiento, ni el apoyo, ni el mito en que terminó siendo convertido, en particular, por el acoso enemigo; ni su autoridad inmensa, emanada de su ejemplo; ni su experiencia, ni su conocimiento superior a los que le rodean, nunca lo hizo, ni lo ha hecho, dejar de sentirse un ser humano capaz de ponerse en el lugar del otro, de imaginar lo que el otro está pensando o sintiendo, de compartir y comprender el dolor, la duda, el temor de los otros.

Recuerdo bien también el día en que yo, abrumado por un error que cometí —yo había cometido un error, no me había dado cuenta— al tramitar una indicación de Fidel, me había equivocado, y Fidel me vio tan abrumado, y de pronto empezó: "¿Quieres que te diga una cosa, ahora que lo veo bien? Al final creo que ha sido muy positivo esto que ha pasado, y esto que tú has hecho me parece que va a terminar ayudándonos". Mi depresión aumentaba, porque veía que él trataba de convencerme de una cosa distinta a lo que era evidente para mí. Ahí no estaba actuando el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, ahí no estaba actuando el Presidente del Consejo de Estado de nuestro país, ahí no estaba actuando siquiera el luchador curtido, que sabe que un error en un pequeño detalle puede dar al traste con un gran proyecto; ahí estaba actuando el ser humano que comprendía que yo quería que me tragara la tierra, pero la tierra no me acaba de tragar como yo quería, y yo me moría de la vergüenza y ya no podía arreglar aquello que había pasado, y Fidel se empeñó —muchas veces lo he visto también con otros compañeros— en demostrarme a mí que mi error, a fin de cuentas, iba a ser muy positivo para el resultado final del trabajo. Ese es el Fidel ser humano, que aun cuando él se propone la perfección para sí y se flagela si no la obtiene, sin embargo es capaz de no exigírsela a un grado de injusticia a los otros, y es capaz de comprender que el otro puede equivocarse y Fidel tiene una frase de aliento para él. Y eso es su magisterio, porque en Cuba el que no haga eso, que los cubanos en millones han visto hacer a Fidel, es un "pesado", un atorrante, los cubanos no lo aceptan, porque eso es cualidad ya hoy, derecho, digamos, que reclama el pueblo en la conducta de los demás.

Por último, escribí el número 15, "la ausencia total de odio hacia cualquier persona". El Che había dicho que una revolución es una profunda obra de amor. Fidel solo tiene odio para la injusticia, odio profundo hacia la injusticia, hacia la explotación, hacia la discriminación racial, pero no hacia las personas, aun si han sido o son sus enemigos. No ha actuado nunca la Revolución cubana llevada por sentimientos de odio, como no sea odio a la injusticia, pero no hacia los que han provocado, digamos, o son responsables de la injusticia. La Revolución cubana, por eso, no se basa en odios, ni siquiera para los traidores. Hay que ver a Fidel respondiéndole a Ramonet —que lo veo también ahí en el público—, cuando Ramonet le pregunta por traidores. No destila odio, no hay una palabra de odio en más de 700 páginas de respuestas de Fidel a Ramonet. Y así es en el libro de Gianni Miná y así es en el de Tomás Borge. Le pregunta por traidores, le pregunta por hombres que atentaron contra su vida, y Fidel apenas dice una frase. No es en eso donde se concentra, no hace la gran descripción de ese que mereció el castigo.

Por eso viven muchos de los terroristas que hicieron sufrir y todavía hoy son responsables del sufrimiento de miles de familias cubanas. Porque la Revolución ha sido muy fuerte; y podía ir, guiada por el odio, a perseguir a hombres que cometieron asesinatos muy graves y actos de terrorismo contra nuestro país, y la Revolución no lo ha hecho, no lo hizo. Esa es una herencia del pensamiento de Fidel, la idea de que no hay que intentar ajusticiar a los instrumentos, pues al final pueden surgir otros, sino que hay que derrotar al imperialismo, que es el que los creó y los apoyó. Y, por eso, asesinos, torturadores que escaparon de Cuba en la alborada del Primero de Enero, la Revolución no los persiguió, e incluso no los ajustició cuando regresaron como invasores a nuestra patria. Algunos están vivos y lo pueden testimoniar. Hay ausencia total de odio en Fidel.

Se le pregunta a Fidel por los presidentes de Estados Unidos, se le pregunta por Kennedy, por su hermano Robert. Kennedy fue el Presidente de la época de la Operación Mangosta, de los planes —no fue el único, porque eso duró décadas, no ha terminado hasta hoy—; usted no ve odio en Fidel.

Recuerdo el día en que la hermana de John y de Robert, Eunice, pidió a Fidel que diera un testimonio, porque se cumplían 30 años de la Crisis de Octubre. Fidel tenía mucho trabajo, no quería, y ella le dijo: "Se lo vengo a pedir en nombre de nuestra familia, Presidente, que, sabiendo la manera en que nuestros hermanos lo adversaron a usted, y no estando de acuerdo con algunas cosas de las que ellos hicieron, respetamos en usted su ausencia total de odio, y el hecho de que usted nunca ha tenido hacia nuestros hermanos, que le dieron motivos para ello, sentimientos de odio". Fidel terminó accediendo y dio una entrevista que es uno de los testimonios más completos sobre la Crisis de Octubre y sus antecedentes.

Fidel ha sembrado esas cualidades en nosotros, eso no es patrimonio solo de la conducta de Fidel. Los revolucionarios cubanos no actúan llevados por el odio. Fueron más de 350 000 cubanos a luchar en el sur de África —aquí se habló de eso—, a enfrentar a las tropas poderosas del apartheid, que tenían incluso varias armas nucleares, y lo hicieron, como quería el Che, guiados por un profundo sentimiento de amor. Dos mil cubanos cayeron allí. Nuestros combatientes enfrentaron allí un ejército poderoso. Quince años duró aquella guerra que se selló con la integridad territorial de Angola preservada y la independencia de Namibia. No existiría hoy Angola y hubiera demorado mucho más la derrota del apartheid, si las tropas cubanas no hubieran enfrentado allí al ejército racista, en el sur de África, a miles de kilómetros de nuestra patria, que tiene más mérito todavía cuando eso se hizo en un momento en que ya se derrumbaba la Unión Soviética, se desintegraba el campo socialista, solos.

Piero Gleijeses habló aquí y escribió un libro revelador sobre esos temas, y cuando esa guerra terminó y regresaron nuestros combatientes, y se cumplió lo que había dicho Amílcar Cabral: que los cubanos regresarían de África llevándose solo los huesos de sus muertos, porque no somos allí dueños de minas, ni de pozos petroleros, ni de tierras, ni de bosques, porque no fuimos allí buscando diamantes, petróleo, fuimos luchando por una idea de justicia, cualidad y herencia de Fidel a nuestro pueblo, se puede decir que no hubo ni un solo momento de odio, ni nuestras tropas actuaron, sino con un gran altruismo. Así había sido en la Sierra Maestra, donde se curaba primero a los heridos del ejército enemigo. Así fue en Girón, así fue siempre, y así fue en Angola.

Esa ausencia total de odio, como no sea odio a la injusticia, al imperialismo, a la exclusión, como fenómenos, es una cualidad también de Fidel. Por eso, esa ausencia total de rencor. Usted le pregunta y él no dice una frase de odio al que traicionó, al que agredió. Yo creo que ese es otro legado de Fidel.

No he querido —ya lo dije— que esto se vea como un ensayo, ni una pieza académica o rigurosa. Si tiene una virtud, es su honestidad total.

Yo no diría estas palabras aquí si no fuera por creer, como cualquier otro cubano lo haría, profundamente en ellas, porque Fidel también nos ha enseñado el rechazo total a todo lo que sea vanidades, adulonerías. No hay nada que moleste más a Fidel que un adulón. Y si tienen otra cualidad estas palabras, es un profundo cariño que es, diría, el sentimiento mayor que nuestro pueblo siente por Fidel, en el que ve al padre, hermano mayor, familia propia, más allá de sus responsabilidades y de sus méritos.

Los enemigos de la Revolución cubana, que es decir los enemigos de la justicia, de la verdad, de la dignidad, los enemigos cuentan los minutos esperando y deseando la muerte de Fidel, sin comprender que Fidel ya no es solo Fidel, que Fidel es su pueblo y que Fidel es, a fin de cuentas, todo hombre y mujer que en el mundo esté dispuesto a luchar y luche porque un mundo mejor sea posible.

Los enemigos sueñan y se equivocan con la idea de que la ausencia de Fidel puede significar la ausencia de sus ideas, y que las convicciones y los principios que Fidel ha sembrado a nivel masivo en su pueblo y en el mundo pueden desaparecer; Fidel, que aspira a que de él solo queden las ideas y que, convaleciendo, recuperándose y regresando al combate propinará a esos enemigos asentados en el odio y la mediocridad una nueva derrota.

Gracias a todos por venir (Aplausos prolongados y exclamaciones de: "¡Viva Cuba, viva la Revolución!").

Gracias por habernos permitido celebrar de esta manera el cumpleaños de Fidel. A los cubanos solos, Fidel no nos lo hubiera permitido.

Gracias a la Fundación Guayasamín, a Pablito, al resto de sus familiares, a Cachito Vera.

Gracias a la Fundación que, como lo había hecho antes, logró imponerle a Fidel la celebración de su cumpleaños y convencerlo de que su cumpleaños no era solo su cumpleaños, sino una oportunidad para dar otra vez, en el terreno de las ideas, una batalla a favor de la justicia y la solidaridad.

Si ustedes no estuvieran aquí, nuestra celebración habría tenido que ser íntima y modesta, y Fidel no la habría permitido; pero un deber de caballerosidad, de simpatía y agradecimiento con los que vienen, le ha impedido a él oponerse a esta celebración nacida del —nosotros lo sabemos bien— más puro cariño y solidaridad con nuestro pueblo y con Fidel.

Les damos las gracias a ustedes y les prometemos que nosotros seguiremos luchando por las ideas y los sueños a los que Fidel ha dedicado su vida. Que lo haremos con él otra vez al frente de nuestro pueblo; pero que cuando él y los hombres de su generación no estén, nosotros tenemos la convicción de que nuestro pueblo habrá hecho para siempre ya suyas esas ideas y esos principios.
Ese es nuestro regalo mayor a Fidel: defender y combatir cada día de nuestra existencia por esas ideas.

Muchas gracias.

Intervención de Felipe Pérez Roque Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en la sesión plenaria del Coloquio Internacional Memoria y Futuro: Cuba y Fidel, celebrado en el Palacio de las Convenciones, el 30 de noviembre del 2006, "Año de la Revolución Energética en Cuba"

 

 

 

Una prisionera política en los Estados Unidos

Una prisionera política en los Estados Unidos

“Guantánamo es la totalidad, pero aspectos de Guantánamo se han estado experimentando en unidades especiales para prisioneros políticos dentro de los EE.UU.”

ARLEEN RODRÍGUEZ DERIVET

Aunque su nombre puede tener hoy escasas resonancias fuera de Italia y de los círculos de defensores de los derechos humanos, Silvia Baraldini es un emblema. Sentenciada a 43 años de prisión, de los cuales cumplió casi la mitad en cárceles norteamericanas, su vida está marcada, física y espiritualmente, por la tortura de haber sido una presa política en los Estados Unidos.

Momentos en que llega a Italia para continuar cumpliendo la condena.

Tras su definitiva liberación en Roma, en septiembre del año pasado, el destacado periodista italiano Gianni Miná, explicaba que, "¼ esta mujer, dispuesta, por coherencia con sus ideas, a jugarse la mitad de su vida, fue condenada a 20 años por el testimonio de un colaborador del FBI que equivocó, en su deposición, hasta el color de sus inconfundibles ojos azules¼ (y) para cargar sobre sus espaldas otros 20 años, los jueces del país estandarte de la democracia generaron un aborto jurídico y rubricaron como un reato común aquello que era, por su propia admisión en la instrucción, un reato político, para poder aplicar la ley Rico, escrita para reprimir a los cómplices de los mafiosos¼ "

En Italia se creó un fuerte movimiento a favor de Silvia Baraldini, quien expresó que la solidaridad internacional es muy importante para un preso político en los EE.UU.

"¼ los ulteriores 3 años Silvia los recibió por un presunto ultraje a la Corte, solo por no haber sabido dar, según los jueces, informaciones completas sobre la proveniencia de un comunicado de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, encontrado en su habitación y que había sido, además publicado por todos los periódicos de Nueva York¼ "

Tratada como terrorista —desde mucho antes de que el término se convirtiera en la actual arma clave de la represión global—, Silvia fue víctima del tristemente célebre COINTELPRO, un Programa de Contrainteligencia del FBI, destinado a reprimir cualquier intento de oposición radical al sistema dentro de los Estados Unidos, bajo los métodos menos ortodoxos (desde plantar drogas y evidencias criminales hasta provocar muertes de policías para incriminar a acusados), como ha sido sobradamente documentado en publicaciones y hasta en películas, que tratan de suavizar con los artificios de la ficción la brutal realidad de una de las más oscuras zonas del sistema político estadounidense.

Hoy, cuando millones en el mundo hablan con horror de los detenidos en la ilegal base naval de Guantánamo y en quién sabe cuántas prisiones secretas, exigiendo simplemente que tengan su derecho a Cortes, conviene recordar que también existen cientos de víctimas, menos visibles, de trampas policiales y legales aplicadas sin piedad para silenciar y reprimir las posibles disidencias internas al modelo y que en sus casos, las sacrosantas instituciones legales estadounidenses antes que garantizar la aplicación de la Justicia, han sido el instrumento para bendecir la injusticia.

Conocí personalmente a Silvia Baraldini en Roma en el año 2004. Para entonces cumplía los últimos años de su condena en "libertad vigilada". En un tardío acatamiento de lo suscrito en la Convención de Estrasburgo (1), en 1999, la administración Clinton concedió por fin a sus pares italianos el derecho, reclamado durante 12 años de batalla legal y solidaria, a que Silvia terminara de cumplir la sanción en su país de nacimiento, aunque bajo la promesa de que nunca saldría de la cárcel antes del 2008.

Seis meses más tarde de la llegada de Silvia a Italia, Clinton liberaba totalmente a varios independentistas puertorriqueños condenados junto con ella a sentencias de hasta 130 años. ¿Por qué la diferencia?

Evidentemente porque, mientras el Gobierno italiano se limitó a demandar la limosna del traslado que la contraparte tenía la obligación de cumplir por acuerdo entre países, las comunidades boricuas dentro de Estados Unidos y en la Isla, se habían movilizado exigiendo libertad inmediata para sus presos hasta convertirse en un movimiento de incalculable fuerza, que disparó de golpe todas las alarmas imperiales.

En Italia, y a pesar de la progresión de una enfermedad que le costó varias cirugías en las precarias condiciones de la prisión, Silvia cumplió dos años de su dura condena, hasta que un Tribunal Constitucional decidió que ella tenía el derecho de cualquier ciudadano italiano preso y enfermo: cumplir el resto de la sanción en condición de libertad vigilada.

P: ¿Por qué Silvia Baraldini se considera presa política?

R: Me considero presa política, junto con otras personas, no individualmente, porque en un período muy específico de la historia de los Estados Unidos, en los años 70-80, se iniciaron toda una serie de movimientos de luchas: por la independencia de Puerto Rico, por los derechos de los afroamericanos, contra las agresiones de los EE.UU. a Granada, a Nicaragua...

En todos esos movimientos, militaba un número de personas que participaron en hechos concretos —no quiero mistificar la cosa— contra el gobierno, pero eran hechos de naturaleza política, desde una percepción de la necesidad de luchar a diferentes niveles en ese período, dentro de los EE.UU. Y claramente por esa posición, por nuestro comportamiento y, por nuestros hechos, en determinado momento arrestaron a un número de personas que recibieron sentencias muy duras, muy duras¼ yo, 43 años.

P: ¿Y cuál fue su delito?

R: Uno fue negarme a hablar frente al Gran Jurado contra los independentistas puertorriqueños. Me dieron tres años por esto, pero no fui la única. Alrededor de 30 personas que por nuestra posición a favor de la independencia de Puerto Rico, nos negamos a colaborar con el gobierno de los Estados Unidos, todas recibimos tres años de cárcel.

Y me dieron 40 años más por participar en la evasión de la revolucionaria afro-americana Assata Sakur (2). El gobierno pidió 20 años por mi participación en esa evasión, y 20 más por "ser miembro de una organización clandestina".

P: ¿Cuál era esa organización?

R: Para mí, no existía tal organización. El gobierno dijo que era una organización, pero en mi opinión éramos una coalición de diferentes individuos, que hicieron ciertas cosas en diferentes períodos. No era una organización, pero el gobierno lo dijo así porque era más fácil convencer al jurado si aparecíamos como una organización formal.

P: Es decir, también se mintió para juzgarlos a ustedes. ¿La fiscalía mintió en cargos contra ustedes? ¿O solo utilizó subterfugios?

R: No, lo real es que para crear la idea de una organización bien estructurada, acusaron a todo el mundo de todo, cuando la verdad era otra. Así fabricaron el proceso. A mí me acusaron, por ejemplo, de un hecho que sucedió estando yo en África, cuando no era físicamente posible estar en América¼

P: Llama la atención que un movimiento por los derechos civiles tan fuerte como el que llegó a darse en Estados Unidos, prácticamente ha desaparecido¼ Parece que fue muy efectiva la política de COINTELPRO¼

R: Esa también es mi opinión. El resultado del desastre provocado por COINTELPRO es que faltan una o dos generaciones de líderes. Los mataron o los encarcelaron. Y es muy importante la continuidad de un movimiento de un período al otro y al otro. Cuando faltan una o dos generaciones de personas porque están aisladas dentro de las cárceles o porque fueron matadas muy jóvenes, aunque ya eran líderes importantes, eso es un desastre, porque las nuevas generaciones que llegaron después no tenían conexión con todo lo que pasó antes.

Para mí hay otra serie de cosas ya muy ligadas a un estilo gansteril. Fue una política muy sucia.

Eso no significa que no haya personas hoy en los Estados Unidos que están luchando contra lo que está sucediendo. Yo sé que la gente sigue trabajando, que la gente sigue manifestándose contra la guerra, en las Universidades, en ciertas comunidades, por ejemplo San Francisco, Nueva York.

P: Ahora, si alguien le dijera a usted que en los EE.UU. no existen presos políticos, ¿qué le respondería?

R: Que eso claramente no es la verdad. Hay muy diferentes tipos de presos políticos en los Estados Unidos. Están los presos políticos como Oscar López y Carlos Torres, de Puerto Rico. Hay presos políticos miembros de la Iglesia Católica, que son pacifistas, contra todos los armamentos militares, que invaden las bases. Hay otros presos políticos también, católicos principalmente, contra la Escuela de las Américas, donde se enseña la tortura. Yo estuve encarcelada cinco años con una mujer que estaba en la cárcel solo porque ella participó en una de esas manifestaciones contra la Escuela de las Américas. Hay presos políticos como Leonard Peltier del movimiento de los aborígenes, hay presos políticos afroamericanos como los que fueron acusados junto conmigo. Toda esta gente son presos políticos.

En este momento hay cinco ciudadanos cubanos encarcelados dentro de los Estados Unidos, algunos acusados de espionaje, con sentencias enormes. Ellos también son presos políticos. En la situación de confrontación entre Estados Unidos y Cuba, Washington quiso castigar a las personas que defienden a Cuba.

P: ¿Cuál es la situación de un preso político dentro de una cárcel norteamericana?

R: Yo creo que depende del periodo. Hay periodos muchos más duros que otros. Y depende también del apoyo que se tiene de la gente de afuera. Eso es tremendamente importante.

Por ejemplo, en mi caso, cuando se creó el movimiento en Italia a favor de mi regreso, mejoró el tratamiento que me daban porque sabían que estaba apoyada por la solidaridad de afuera.

Esto fue muy importante también para los presos puertorriqueños: el movimiento de apoyo y solidaridad desde la Isla y desde adentro de las comunidades puertorriqueñas.

Ya se está hablando del asunto de los Cinco cubanos, eso es esencial, lo internacional es muy importante también. Estados Unidos dice siempre que solo le interesan las cuestiones dentro del país. Pero esa es su posición pública. Su posición interna, es que cuando otros gobiernos y personas empiezan a preguntar por qué el tratamiento, etc., las cosas cambian.

Por otra parte, yo creo que después del 11 de septiembre, las cosas empeoraron. Por ejemplo, todos los vinculados a mi caso practican el Islam. Ellos fueron puestos en celdas de aislamiento, porque eran practicantes del Islam y porque eran políticos.

Lynne Stewart(3), una de los abogados en mi juicio, está enfrentando ahora mismo una posible condena de 30 años, por sacar un mensaje de uno de sus representados, condenado de por vida por terrorismo. Una mujer de 65 años, posiblemente deba hacer 30 años de cárcel.

P: Siendo prisionera política, ¿cuántas veces Silvia Baraldini sufrió aislamiento, o cambio de cárcel?

R: Aislamiento, dos años. Me enfermé físicamente, pero te voy a explicar en qué tipo de hueco o como ellos le llaman: una unidad especial. Estábamos tres presas políticas: Alejandrina Torres, puertorriqueña, Susan Rosenberg, norteamericana, y yo, éramos tres en esa Unidad Subterránea Especial.

P: ¿Sin ver la luz del sol?

R: Solo cuando nos traían afuera para el periodo de descanso. Pero la Unidad estaba adentro, todas las ventanas estaban cubiertas con láminas de metal. Una de las cosas que querían era desestabilizarnos, creándonos un mundo artificial, donde no había diferencia entre el día y la noche, nunca se sabía bien la hora, pues había solo luz artificial. En esas unidades especiales experimentan cada vez algo diferente y después abren una cárcel especial con todo eso. Hay como una progresión que se inicia con Marion —que es una cárcel para hombres— y termina en Guantánamo. Guantánamo es la totalidad, pero aspectos de Guantánamo fueron experimentados dentro de los EE.UU.

P: ¿Qué crimen cometieron para ir a una unidad especial?

R: En mi caso dijeron que yo era miembro y había ayudado a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, y que ese grupo era tan fuerte que podían entrar a la cárcel para liberarnos a nosotros. Entonces, para supuestamente asegurar nuestra seguridad, nos pusieron en esta cárcel especial.

El juez dijo que la decisión era contraria a la Constitución porque nos pusieron en estas condiciones no por nuestro comportamiento, sino por nuestras ideas políticas. Y eso no es permitido por la Constitución, que debe garantizar las ideas políticas de la gente.

Ellos dijeron que eso terminó, pero en ese momento las tres ya estábamos enfermas. A mí me trajeron a un hospital, a las otras también, porque todas estábamos enfermas, después de dos años.

P: ¿Enferma físicamente?

R: Tanto que me operaron. Alejandrina por ejemplo, tenía una enfermedad del corazón que se empeoró y Susan terminó anoréxica, jugaba con su comida, no comía. Ese fue el resultado de las condiciones. Pero debo decir en esta ocasión también que el movimiento de solidaridad con nosotras, fue importantísimo para terminar con el encierro. Claro, no sucedió en un día, pasó en un periodo de dos años, pero en este periodo afuera lucharon muy fuerte para denunciar las condiciones. Eso fue también muy importante.

P: Una precisión, ¿Silvia Baraldini alguna vez fue sorprendida con un arma, le hizo algún daño a alguien, para pagar esas condenas tan altas?

R: No. Yo era una persona pública¼ trabajaba como asistente de abogado en defensa de los presos políticos. Me arrestaron en el momento en que estaba para irme a visitar a uno de los presos. Dijeron que yo había participado en la evasión de Assata Shakur. Ellos están todavía muy rabiosos por esa evasión, el gobierno no lo ha perdonado, todavía quieren hacerla regresar a los Estados Unidos.

Ellos dijeron que era una conspiración, claro que otros co-acusados lo fueron por otras cosas, pero contra mí lo más importante fue la evasión. En un momento seleccioné decir: sí, he participado, porque pensé que era la cosa justa de hacer.

En el juicio no, no dije nada, pero después cuando la gente me dijo, tú eres inocente, yo decidí decir: no, no soy inocente, yo he participado en la evasión, ese no es el problema, el problema es otro.

P: Usted reivindicó la justicia de esa lucha¼

R: Sí, de esto sí. Pero hay que explicar también por qué 43 años, porque nadie comprende cómo es posible una sentencia de 43 años. Hay que ponerla en un contexto político. Tenía que decir: sí, he participado, no porque ella es mi amiga, no porque la conozco, he participado porque ella representa ciertas cosas en un período de la historia estadounidense, que es muy importante desde mi punto de vista político.

Cuando se habla de la historia del movimiento, no se puede decir siempre que todas esas personas encarceladas son inocentes, porque si se dice que son todas inocentes, se está diciendo también de cierto modo que no existe el movimiento. Por eso yo dije que he participado en este movimiento, porque es justo.

P: En el caso suyo, ¿hubo proceso de apelaciones ante los tribunales de otras instancias?

R: Sí, y el resultado fue que la Corte declaró que las pruebas contra mí no eran muchas, pero que en la totalidad del caso no querían cambiar la decisión¼ Las pruebas contra mí eran débiles, pero por la totalidad del caso no querían cambiar la decisión de mi condena.

P: Pero hoy estamos viviendo un momento muy diferente. Algunos dicen que mientras esté Bush, por ejemplo, no hay esperanzas para los Cinco. En estos momentos hay muchas más personas sufriendo todo lo que ustedes sufrieron y lo que sufren ellos¼

R: Sí, eso es verdad, es un momento muy duro, pero no es la primera vez que esto pasa en los Estados Unidos. Incluso creo que es más importante luchar en este momento, que en los momentos más abiertos, más democráticos, y también en este momento es esencial crear solidaridad a nivel internacional.

Mira cómo están cambiando las cosas en América Latina, con gobiernos muy diferentes a los gobiernos de 20 años antes. Veinte años antes se hablaba de dictadores en Argentina, Chile¼ ahora se habla de Lula, Chávez, Kirchner, están cambiando las cosas.

No se debe mirar solo lo que está sucediendo dentro de los Estados Unidos. Se deben también analizar las cosas internacionalmente, comprender bien qué está sucediendo, por ejemplo en América Latina; porque eso crea más posibilidades para el movimiento de solidaridad con los Cinco, eso significa que pueden cambiar las cosas.

P: ¿Tiene algún mensaje personal para ellos que si la conocen deben admirarla mucho?

R: Yo solo quería decirles que es muy importante siempre, comportarse como se están comportando, defender sus ideas, porque esa es la única manera de crear un movimiento de solidaridad. Al final los Estados Unidos responden a la presión internacional. Hacen creer que no, pero si se crea un movimiento fuerte, se pueden obtener soluciones políticas. Ellos no lo van a decir de esa manera, pero lo hacen. No sé cómo explicar esta contradicción entre acción pública y privada, pero existe y sí se puede crear un movimiento para obtener su libertad.

LA GRAN PESADUMBRE DE SILVIA

Han pasado dos años desde nuestra entrevista. No sé cuánto habrá cambiado la expresión de la mirada de Silvia Baraldini desde que se sabe completamente libre, pero sí recuerdo la que tenía cuando nos despedimos de prisa porque estaba muy próxima la hora de reportarse a la Policía. Un pozo de pena le disputaba plenitud a su magnífica sonrisa. Y aunque no grabé sus últimas palabras, todavía puedo recordarlas como si las hubiera dicho ayer mismo: "¿Sabes lo que me angustia más actualmente? Que todos los que salimos de una forma u otra somos blancos. Los afroamericanos de nuestra causa siguen presos, sin perdón presidencial, sin libertad vigilada. Siguen estando presos allí o perseguidos a donde vayan".

1. Estados Unidos e Italia son firmantes de esta Convención que permite que los nacionales de un país puedan cumplir sus condenas en el país de nacimiento.

2. Luchadora política afroamericana, que escapó de prisión y vive en el exilio desde 1984. El FBI, que la persigue con saña, ha llegado a ofrecer un millón de dólares por su captura. Ver más en: www.assatashakur.org

3. Como abogada representa al jeque Omar Abdel Rahman —también conocido como el jeque oculto— que está sirviendo una condena de vida bajo cargos de terrorismo por el primer atentado (fallido) a las Torres Gemelas. Lynne Stewart fue hallada culpable de ayudar a Rahman a comunicar a sus seguidores en Egipto mensajes pidiéndoles un alto el fuego y a la violencia. Recientemente un Juez dictaminó 28 meses de prisión, mientras esperaba el resultado de la apelación de su condena por 30 años.
Tomado del periódico Granma