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Nuevos abriles para Macondo

Nuevos abriles para Macondo

Lejos estaba de imaginar el periodista y escritor Gabriel García Márquez cuando, en 1967, escribió su célebre “Cien años de soledad”, que en otras latitudes, muy queridas por él y pasados 3 años de esa publicación, la Heroína del Moncada, Haydée Santamaría Cuadrado, bautizaría como “Macondo”, en franca alusión a aquel pueblito colombiano que acababa sepultado y destruido por las guerras y el progreso, al más occidental de los municipios tuneros.

El propio doctor Armando Hart Dávalos, compañero en la vida y actividad revolucionaria de la fundadora de la Casa de Las Américas, diría a la periodista Ilia Tamayo Batista que: “ Macondo se lo puso Haydée. Era un nombre un poco conflictivo, porque es lo último, pero se lo puso con un inmenso cariño, con mucho respeto y lo hermoso es que puede seguir con ese recuerdo..., pero Macondo se ha hecho algo más, gracias a la Revolución”.

Al cabo de 36 años, el colectivo de profesores y estudiantes de la Sede Universitaria del municipio de Amancio (SUM), retomaron el referente histórico y como vindicación y ofrenda , teniendo como brújula inspiradora la presencia de Haydée y Hart en labores de dirección en la década del 70 del pasado siglo en esta localidad, convocaron al evento teórico práctico “Nuevos abriles para Macondo”.

El objetivo rector del proyecto es aglutinar a todo el pueblo, representado por sus instituciones administrativas, en un movimiento que pase revista a los principales logros económicos, sociales, culturales y científicos de esta tierra tunera, luego de ser signada con el sobrenombre de marras.

El primer evento  se realizó el 23 de abril  del año pasado, en la céntrica calle A. Allí 23 organismos expusieron, a través de ponencias,  los resultados de la etapa, contando siempre con el apoyo de  estudiantes de la Sede Universitaria, pues el acontecimiento forma parte de su formación como profesionales de nuevo tipo.

 En el contexto del evento, se presentó un libro sobre los Cinco cubanos prisioneros en el imperio, de la escritora amanciera Maritza Moreno,  mientras que los centros laborales mostraron sus logros y resultados, acompañados de certificados, trofeos y otros estímulos.

No cabe la menor duda de que el proyecto nacido en la SUM y patrocinado por las autoridades del municipio, será oportunidad para demostrar los sostenidos avances de un pueblo que exhibe hoy una moderna Sala de Rehabilitación, una planta telefónica digitalizada y una emisora de radio, entre muchas obras más que amplifican un verdadero y creciente desarrollo.

Los nuevos y renovadores aires llegaran con abril, se abrirán huellas en la piel de la historia y se consignarán para la posteridad las transformaciones de un pueblo que se resiste a sucumbir por las guerras y sí levantará sus banderas al cielo para mostrar las realidades del actual Macondo, ese que al igual que el corpulento árbol homónimo de la familia de las Bombacáceas, semejante a nuestra legendaria Ceiba, puede alcanzar entre 30 y 40 metros de altura, abonado con el sudor, el sacrificio y el altruismo de sus mejores hijos.

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