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Amanciero soy

32 años jugándoselas en las alturas

32 años jugándoselas en las  alturas

“Cuando uno va en el vacío siente un frío terrible en el estómago. Prácticamente no te das cuenta de lo que sucede, sólo tomas conciencia al chocar con el suelo,  aparecer los dolores,  después se  manifiesta el susto que desemboca en miedo”

Así con una franqueza propia de los hombres humildes, Fedor Martínez Pérez, trabajador del Contingente Armando Mestre, de la provincia de Las Tunas, me contó  su caída desde una altura de 12 metros, cuando cumplía su misión laboral.

“Imagínese que tuve una fractura doble en la cadera, en 4 costillas y 3 en el brazo derecho. Mis compañeros pensaban que me había matado. Al terminar la convalecencia y reiniciar mis faenas, sentí un miedo espantoso, pero escalé una altura de 32 metros.

Este relato lo corrobora Rafael  Camínate, jefe de montaje de la brigada que  acomete las obras para el techado del Estadium beisbolero “Gilberto Ferrales”, del municipio de Amancio:

“Fedor es un trabajador experimentado, muy responsable y disciplinado. Siempre presto a ayudar a sus compañeros. Fíjese que tiene 62 años de edad, hace dos que se jubiló, pero se reincorporó al llamado de la dirección del Contingente”

Este sencillo cubano, que acumula un récord de 32 años desafiando las alturas, me cuenta que cumplió misión internacionalista en la República Popular de Angola y ha trabajado en diferentes obras en Holguín, La Habana, Cienfuegos, Las Tunas y muchos lugares más.

Explica que lo principal en su oficio es no tener miedo, “o mejor dicho saber controlarlo. Hay que concentrarse,  la distracción puede ser fatal; usar los medios de protección y asumir la tarea con mucha responsabilidad”

Las obras del techado del estadium de esta tunera localidad, vienen a coronar una aspiración de quienes sienten el orgullo de convivir en la misma tierra de estelares peloteros como Gregorio Pérez, Asterio Zaldivar, Eduardo “Tiburón” Morales y José Luís López, entre otros.

Según el historiador del deporte, Rogelio Ibarra Corrales, “el primer campo de pelota de esta localidad se construyó en 1902  y no fue hasta 1956, que comenzó a utilizarse el actual terreno hasta  que en los años 80 del pasado siglo se modernizó y se edificaron gradas confortables”

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