Colmena de unidad y firmeza

Un paneo por diversos sitios de Amancio, el más occidental de los municipios tuneros, nos impregna de muchas  imágenes dignas de aparecer en  las primeras páginas de los diarios, que hoy sin fundamento lógico se hacen eco de tergiversaciones mal intencionadas  para distorsionar nuestra realidad.

A simple vista salta un entusiasta ajetreo, donde la policromía se adueña de espacios públicos y diversos locales, para dejar instalados los colegios y mesas electorales que servirán para que este domingo plasmemos  en las urnas nuestra voluntad de dar continuidad al proceso sociopolítico iniciado en 1959.

Personas de la tercera edad, jóvenes y niños en amalgama armónica donde se funden negros, blancos, mestizos y todos esos colores que conforman nuestra identidad,  transitan calles, terraplenes, esbozando en sus rostros el cálido beso de la alegría.

Un pensamiento inunda la subjetividad: votar por las virtudes, el mérito y la capacidad, dejando a un lado las escaseces impuestas por crisis, bloqueos e insuficiencias propias.

La familia, vista como la célula fundamental de la sociedad, prepara los bártulos, para hacer del 25 de abril una nueva trinchera de ideas, sacrificios y dignidad a raudales y sembrar las bases de los festejos por el primer día de mayo.

Muchos son los que buscan en el sagrado acto del voto patriótico una expresión de alegre celebración y se aprestan para adornar la cuadra o el barrio pegados a la mesa del dominó, otros para degustar la tradicional caldosa y los más contentos asumirán la terminación de los comicios como pretexto para empinar el codo.

Así es este pueblo. El mismo que se esfuerza por borrar estrecheces y  asumir como el mayor de los placeres, la producción de todo lo necesario que sustente el autoabastecimiento y la holgura alimentaria.

Pero lo real y cierto es que esas imágenes que se palpan en esta tierra de historia y tradiciones, debían circular el mundo, no para sumirlo como acto de egolatría y chovinismo, sino como la certeza de que este pueblo unido, es hoy, a pesar de los pesares y las falacias fabricadas por los enemigos, una colmena de unidad y firmeza